Monseñor Argüello, sobre el IBI: "El buen gobernante debe favorecer fiscalmente las actividades no lucrativas"

El secretario general de la CEE considera legítimo que se modifique el sistema actual del IBI

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El secretario general de la CEE, Monseñor Luis Argüello, ha hecho referencia a las futuras negociaciones con el actual Gobierno respecto al pago del IBI por parte de la Iglesia Católica, y en la que ha remarcado que un Gobierno tiene derecho a mantener su política fiscal: “Si se disminuyen los ingresos, el Gobierno tiene que ver cómo recauda más dinero de otro lado. Para eso hay criterios distintos que marcan los partidos y sus perspectivas”.

En cualquier caso la CEE, afirma el secretario general, tiene la obligatoriedad de contribuir al bien común en lo que se refiere también a los impuestos: “Defendemos los criterios que se han mantenido para tener algunas exenciones fiscales por parte de la Iglesia y otras entidades no lucrativas y que suponen el favorecimiento de determinadas actividades”.

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Monseñor Argüello, sobre el IBI: El buen gobernante debe favorecer fiscalmente las actividades no lucrativas

“Parece lógico que si Cruz Roja, por ejemplo, realiza unas actividades de atención social y se quiere favorecer esa acción, pues quizá los locales donde la entidad organiza sus actividades, pudiera tener esta exención. Lo que nos sorprende es que cuando hablamos del IBI solo se mire a la Iglesia, cuando la legislación actual, que no son solo los acuerdos Iglesia-Estado, sino que incluye la Ley de Mecenazgo, la Ley de Haciendas Locales o el impuesto de sociedades, que regulan la situación fiscal, afecta a la Iglesia y otras organizaciones no lucrativas. Estamos dispuestos a dialogar”.

Por ello, el portavoz de la CEE defiende la legitimidad de modificar la situación actual del IBI, pero recalca que no sería justo pensar solo en la Iglesia Católica para hacerlo: “Reivindicamos el papel de las entidades no lucrativas y la importancia que para el sistema del estado de bienestar tiene que se fomenten estas actividades, bien vía directa con una aportación o vía indirecta de exención fiscal. Nos referimos a la enseñanza, la sanidad, los servicios sociales y como no, a los templos con valor litúrgico además de turístico, económico y patrimonial en cientos de pequeños pueblos, y más ahora que se quiere cuidar a la España vaciada. Por ello, el buen gobernante tiene que facilitar que estos centros, colegios, templos o lugares de acción social tengan esta ayuda por parte del sistema fiscal de un Estado”, sostiene.



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