El heroico sacrificio de un sacerdote fallecido por coronavirus en Italia

Los parroquianos de Don Giuseppe Berardelli le compraron un respirador para superar el coronavirus, pero él decidió cedérselo a alguien más joven

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Aunque las cifras de fallecidos parecen haberse mitigado algo en los últimos días, el coronavirus sigue causando estragos en Italia. Ya son más de 6.000 los fallecidos en el país transalpino por la pandemia de COVID-19, entre ellos más de 30 sacerdotes. Uno de ellos es Don Giuseppe Berardelli, cuyo modo de afrontar el sacrificio y la muerte ha conmovido a todo el mundo.

Berardelli nació en 1947 en Fonteno, una localidad de la provincia de Bérgamo, en la región de Lombardía, la más afectada del país por el brote del patógeno venido desde China. Fue ordenado sacerdote en 1973 y durante sus años de ministerio fue párroco en varios pueblos de la provincia.

En 2006, el sacerdote italiano fue nombrado arcipreste de Casnigo. Allí acometió un proyecto de renovación del oratorio local, dedicado a San Juan Bosco y a San Juan Pablo II. Sus feligreses, entre ellos Clara Poli, alcaldesa de Fiorano, una de sus antiguas parroquias, lo recuerdan con gran cariño, como “un sacerdote que escuchaba a todos, que sabía cómo escuchar” y como alguien con quien “se sabía que podía contar”. También rememoran la graciosa imagen del sacerdote subido a su motocicleta Guzzi Galletto.

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Una muerte heroica

Pues bien, Don Giuseppe falleció en la madrugada del 15 al 16 de marzo, después de dar positivo en la prueba del coronavirus. Lo impactante de su historia es que su comunidad parroquial decidió hacer un bote común para comprarle un respirador, de forma que a sus 73 años pudiera superar la enfermedad.

No obstante, Don Giuseppe, decidió en un heroico acto ceder su respirador para que alguien más joven pudiera utilizarlo. Como ha contado un miembro del personal sanitario del hospital en el que fue atendido a la publicación italiana ‘Araberara’, lo más significativo es que el sacerdote ni siquiera sabía a quién iban a asignar el aparato, sino que no dudó en sacrificarse de forma anónima y desinteresada.


 


Las redes sociales, al conocer este testimonio de sacrificio y de generosidad ante la muerte, se han lanzado a loar la figura de Don Giuseppe hasta el punto de darle el título de “mártir de la caridad”.


 



 


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