El Papa invita a los jóvenes visitar a sus abuelos o ancianos en soledad antes de acudir a la JMJ de Lisboa

En su mensaje por la III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores que la Iglesia celebra el 23 de julio, Francisco recuerda los lazos que unen a jóvenes y mayores

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El Papa Francisco ha pedido a los jóvenes alegrar el corazón de los ancianos y adquirir sabiduría a través de sus vivencias en el mensaje del Santo Padre con motivo de la III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores que la Iglesia celebra el próximo domingo 23 de julio.

El Pontífice ha calificado de “hermoso” que este año la jornada esté muy próxima a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa entre el 30 y el 8 de agosto, lo que a juicio del obispo de Roma nos debe llevar a reflexionar “sobre el vínculo entre los jóvenes y los ancianos”.

“La amistad con una persona anciana ayuda al joven a no reducir la vida al presente y a recordar que no todo depende de sus capacidades. Para los más ancianos, en cambio, la presencia de un joven les da esperanza de que todo lo que han vivido no se perderá y que sus sueños pueden realizarse”, ha reflexionado Francisco en su mensaje.

Asimismo, el Sucesor de Pedro advierte a los jóvenes que los “sueños más hermosos”, no se realizan desde la inmediatez, sino que son fruto de “un crecimiento y una maduración, en camino, en diálogo, en relación”, por lo que alerta sobre los peligros de conseguir un beneficio propio de forma rápida: “”Pierde de vista el actuar de Dios”, ha precisado.

Frente a la inmediatez, Francisco propone un proyecto de amor que “atraviesa pasado, presente y futuro”, que pone en comunicación las generaciones: “Es un proyecto que va más allá de nosotros mismos, pero en el que cada uno de nosotros es importante, y sobre todo está llamado a ir más allá. Para los más jóvenes se trata de ir más allá de esa inmediatez en la que se confina la realidad virtual, la cual muchas veces distrae de la acción concreta; en el caso de las personas mayores se trata de no hacer hincapié en las fuerzas que decaen y de no lamentarse por las ocasiones perdidas”, ha expresado.

La Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, ha detallado Francisco, busca ser “un pequeño y delicado signo de esperanza para ellos y para toda la Iglesia”, e invita a todo el Pueblo de Dios a celebrarlo, poniendo en el centro “la alegría desbordante de un renovado encuentro entre jóvenes y ancianos”.

Para concluir, el Papa invita a los jóvenes que acudirán a la JMJ de Lisboa que, antes de peregrinar a la capital portuguesa desde sus lugares de origen “vayan a encontrar a sus abuelos, hagan una visita a un anciano que esté solo. Su oración los protegerá y llevarán en el corazón la bendición de ese encuentro. A ustedes ancianos les pido que acompañen con la oración a los jóvenes que van a celebrar la JMJ. Estos muchachos son la respuesta de Dios a sus peticiones, el fruto de lo que sembraron, el signo de que Dios no abandona a su pueblo, sino que siempre lo rejuvenece con la fantasía del Espíritu Santo”, ha indicado.

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