Las claves por las que el Papa cambia los criterios para celebrar la misa en rito extraordinario

El director editorial de COPE, José Luis Restán, analiza el motu proprio de Francisco: "Busca la paz litúrgica y evitar un clima de enfrentamiento"

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El Papa Francisco ha publicado este viernes, 16 de julio, un motu proprio para redifinir las modalidades de uso del misal preconciliar. De esta manera, el Santo Padre cambia las normas que rigen el uso del misal de 1962, que fue liberalizado como "Rito Romano Extra-Ordinario" hace catorce años por su predecesor Benedicto XVI.

El Pontífice ha publicado el motu proprio "Traditionis custodes", sobre el uso de la liturgia romana anterior a 1970, acompañándolo de una carta en la que explica los motivos de su decisión.

Las claves de la decisión del Papa Francisco

El director editorial de COPE y responsable de la información sociorreligiosa, José Luis Restán, ha explicado que de esta manera el Papa establece una nueva regulación de lo que es el uso del misal que existía en la Iglesia previo a la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II.

“Es la forma extraordinaria del rito latino, al que pertenecemos casi todos. Hay dos formas: la ordinaria y la extraordinaria, que es la que Benedicto XVI liberalizó para que conviviera con la ordinaria y estableció el Concilio Vaticano II”.

En este sentido, Benedicto XVI establecía que no podía haber ruptura en el camino de la Iglesia, sino que lo que había era desarrollo: “Había fieles que se sentían apegados a esa fórmula antigua de la Liturgia y Benedicto liberó de permisos el poder utilizarlo”, precisa Restán.

Ahora Francisco ha decidido con este motu proprio dar marcha atrás tras consultar a los obispos de los cinco Continentes, ya que habían podido comprobar que no se han cumplido las expectativas de Benedicto XVI, “ya que no se ha logrado una verdadera paz litúrgica ni un enriquecimiento de la vida cristiana. Algunos han utilizado este rito anterior al del Concilio Vaticano II para generar un clima de discordia, de enfrentamiento y un cuestionamiento de la autoridad de la Iglesia, diciendo que no es una verdadera misa católica”.

Así las cosas, el responsable editorial de COPE ha reconocido que el decreto del Santo Padre puede parecer excesivo a muchos, pero matiza que “ha hecho un juicio global”.

De esta manera, el Sucesor de Pedro ha revocado las facilidades que dio el Papa alemán para volver a una situación de mayor vigilancia, una tarea que corresponde al obispo: “El obispo vigila la unidad. Las personas que quieran seguir celebrando la Eucaristía por la modalidad anterior, tienen que pedir al permiso al obispo para que determine donde y con quien se puede celebrar, siempre sin comprometer la unidad de la Iglesia ni crear un clima que cuestiona la validez de la Liturgia que emanó del Concilio Vaticano II”.

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