Francisco encara sus 10 años como Papa con la guerra de Ucrania de fondo y una Iglesia volcada en sus víctimas

El Santo Padre ha manifestado en alguna ocasión que estos años al frente de la Iglesia católica han estado marcados por conflictos bélicos como en Siria, en Yemen o ahora en Europa

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Tras la muerte de Benedicto XVI el pasado 31 de diciembre, la Iglesia Católica se prepara en este 2023 para vivir un nuevo acontecimiento histórico, como son los diez años de Pontificado de Francisco.

Fue el 13 de marzo de 2013 cuando Jorge Bergoglio fue elegido obispo de Roma, en el cónclave que los cardenales celebraron tras la renuncia de Ratzinger a la Cátedra de Pedro el 11 de febrero de aquel año.

Una década al frente de la Iglesia que ha dejado capítulos para el recuerdo, en un contexto mundial marcado por el caos, las guerras, episodios climáticos extremos causados por el calentamiento global o una pandemia que ha puesto el mundo en jaque durante dos años.

"Vivimos una Tercera Guerra Mundial a pedacitos, en capítulos”

Si nada lo remedia en estos dos meses, el Santo Padre cumplirá estos diez años al frente del ministerio petrino con la guerra de Ucrania en plena efervescencia por lo que, a falta de conocer la agenda del Papa para esta fecha, no es de extrañar que vuelva a hacer alusión a este conflicto bélico que tiene en vilo a medio planeta.

Ya lo hizo el pasado 13 de marzo, cuando se cumplían nueve años de su elección, en la que condenó “la barbarie” de matar a civiles, incluidos niños, y suplicó que, "en el nombre de Dios, detengan esta masacre".

Pero no solo la guerra de Ucrania. En una entrevista concedida el pasado verano al medio mexicano 'Noticias Univisión', el Papa Francisco llegó a aseverar que las guerras han marcado esta década al frente del Vaticano. Guerras que no dudó en calificar de “salvajes”, y que azotaban a varios países.

"No sólo hay guerras, sino que son salvajes. Hay guerras de destrucción y guerra entre humanos. Y es que nosotros hemos perdido la conciencia de la guerra", expresó durante la entrevista. En este sentido, manifestó que el mundo vive una Tercera Guerra Mundial “a pedacitos, en capítulos”.

Al inicio de su Pontificado, estalló la guerra en Siria. En su retina permanece la plaza de San Pedro abarrotada rezando por que aquella masacre finalizase cuanto antes. También hizo alusión Francisco a la guerra en Yemen o la “carnicería social” producida en Ruanda.

Episodios muy duros que siempre ha condenado el Papa en sus intervenciones, reclamando la paz. Una paz que parece estar cada día más lejos, ya que las armas continúan fabricándose como churros.

La Iglesia continúa impulsando campañas para las víctimas de la guerra en Ucrania

Desde que estalló la guerra en Ucrania, el Papa siempre ha tenido muy presente a las víctimas del conflicto. En el último ángelus del domingo, Francisco pidió una oración especial para quienes padecen los efectos del frío o aquellas madres ucranianas y rusas que han perdido a sus hijos.

Durante las navidades, el Vaticano puso en marcha una campaña de donación de camisetas térmicas y generadores eléctricos para enviar al país del este europeo, y permitir que quienes sufren los efectos del duro invierno puedan hacerle frente. Una campaña que ha recaudado casi 300.000 euros.

Las iniciativas de la Iglesia Universal para atender a las víctimas se cuentan por cientos. Una de las últimas ha sido impulsada por los frailes de Asís, que han pedido ayuda para los refugiados ucranianos.

Desde que el 24 de febrero se concretó la invasión rusa en el país vecino, los conventos franciscano se convirtieron en refugios donde acogerles o darles una comida caliente.

Ahora, los hermanos de la Basílica de San Francisco de Asís (Italia) piden ayuda para apoyar a estos conventos franciscanos en Ucrania: "Siguen acogiendo y ayudando a quienes buscan salvación y refugio de la guerra, el hambre, el frío glacial y el aislamiento debido a los constantes bombardeos", explica en un comunicado del Sacro Convento fray Giulio Cesareo, director de la oficina de comunicación.

La mayoría de las ciudades están sin calefacción y los cortes de electricidad afectan a todo el país. "En muchas partes del país, la electricidad sólo está disponible unas pocas horas al día, y en estas condiciones es necesario disponer de fuentes alternativas de energía, como los grupos electrógenos", explica el Padre Stanislaw Kawa, custodio provincial de Ucrania.

"Nuestros conventos e iglesias, al estar caldeados con combustible sólido y equipados con generadores de energía en caso de apagón, sirven de refugio, cobijo y consuelo a la población. En nuestros conventos proporcionamos diariamente ayuda alimentaria, comidas calientes y mantas".

El llamamiento de los frailes del Sacro Convento de Asís se dirige a todas las mujeres y hombres de buena voluntad, ya que "la guerra es un monstruo al que por ahora sólo podemos responder con la oración, la amistad y la cercanía concreta, según las posibilidades de cada uno".

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