El Vaticano advierte que la inteligencia artificial amenaza con convertir a los humanos en "simulaciones sin dignidad"

El cardenal Parolin alerta sobre el riesgo de extinción humana por formas de vida artificiales y pide leyes urgentes para salvaguardar la dignidad de los niños en la era digital

Pietro ParolinCardenal secretario de Estado de la Santa Sed

Pietro Parolin Cardenal secretario de Estado de la Santa Sede

Gonzalo de Esteban

Madrid - Publicado el

4 min lectura

"¿Estamos al borde de una nueva era o los seres humanos, tarde o temprano, provocarán su propia extinción mediante la introducción de formas de vida artificiales?". Esta pregunta ha sido formulada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, en un mensaje enviado a los participantes de la conferencia internacional "La dignidad de los niños y adolescentes en la era de la inteligencia artificial", celebrada este 12 de noviembre en el Palacio de la Cancillería de Roma.

El evento, organizado por Telefono Azzurro y la Fundación Child for Study and Research into Childhood and Adolescence, ha reunido a voces autorizadas del mundo académico, las instituciones, la ciencia y la tecnología para explorar las implicaciones éticas, legales, sociales y antropológicas de la inteligencia artificial. Pero la pregunta del cardenal va mucho más allá de un debate técnico: "¿Degeneraremos en simples simulaciones que ya no reconocen la dignidad humana?". Es un cuestionamiento existencial que pone sobre la mesa los temores más profundos sobre hacia dónde nos lleva el desarrollo tecnológico descontrolado.

Para el cardenal Parolin, este tema cobra especial relevancia porque está directamente relacionado con la protección y la dignidad de los niños y adolescentes, que él define como "uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad hoy y en el futuro". Los menores, nativos digitales que crecen rodeados de tecnología, son especialmente vulnerables en un mundo donde la inteligencia artificial avanza a una velocidad vertiginosa, planteando dilemas morales y éticos que nunca antes habíamos enfrentado como sociedad.

Pietro ParolinCardenal secretario de Estado de la Santa Sed

Pietro Parolin Cardenal secretario de Estado de la Santa Sede

 Entre las oportunidades y los riesgos existenciales  

El secretario de Estado vaticano reconoce las "oportunidades" que ofrecen la ciencia y la tecnología, que inevitablemente conducen a un aumento de la libertad humana y la responsabilidad. Es innegable que la inteligencia artificial puede mejorar nuestras vidas en múltiples aspectos: desde diagnósticos médicos más precisos hasta sistemas educativos personalizados. Sin embargo, Parolin subraya que estos rápidos avances, especialmente en el campo de la IA, traen consigo "cuestiones existenciales y morales a una escala raramente vista antes".

Aquí radica el dilema central: ¿cómo aprovechamos los beneficios de la tecnología sin perder nuestra esencia humana en el proceso? ¿Cómo protegemos a los más vulnerables, especialmente a los niños, de los riesgos que aún no comprendemos del todo? El cardenal no ofrece respuestas fáciles, pero sí marca un camino claro: es necesario evaluar tanto las oportunidades como los peligros de la era digital "en beneficio de los seres humanos, de la comunidad humana y de la creación en su conjunto".

Pietro ParolinCardenal secretario de Estado de la Santa Sed

Pietro Parolin Cardenal secretario de Estado de la Santa Sede

 Un llamado a la acción concreta y coordinada  

El mensaje del cardenal Parolin no se queda en la reflexión filosófica. El alto cargo vaticano señala que toda esta evaluación "también es útil para extraer conclusiones adecuadas para acciones concretas". Y especifica ámbitos muy claros donde es urgente actuar: política, legislación, educación y diseño de servicios sociales de apoyo. Son cuatro pilares fundamentales que deben trabajar de manera coordinada si queremos proteger verdaderamente a los niños y adolescentes en esta nueva era.

Pero el cardenal advierte que esto no puede lograrse con esfuerzos aislados. "Todo esto solo puede lograrse mediante esfuerzos interdisciplinarios y multiculturales, si queremos hacer justicia a la complejidad de la cuestión y a la diversidad de las realidades humanas", afirma Parolin. Es decir, necesitamos que expertos en tecnología, educadores, legisladores, psicólogos, antropólogos y representantes de diferentes culturas trabajen juntos. El problema es demasiado complejo como para que una sola disciplina o un solo país lo aborde de manera aislada.

Pietro ParolinCardenal secretario de Estado de la Santa Sed

Pietro Parolin Cardenal secretario de Estado de la Santa Sed

 La técnica al servicio del progreso humano, no al revés  

Para cerrar su mensaje, el cardenal Parolin recurre a las palabras del Papa Francisco pronunciadas durante el Congreso Mundial sobre la Dignidad de los Niños en el Mundo Digital, celebrado en la Pontificia Universidad Gregoriana en 2017. Son palabras que encierran esperanza pero también responsabilidad: "La libertad humana es capaz de limitar la técnica, de reorientarla y de ponerla al servicio de otro tipo de progreso, más sano, más humano, más social y más integral".

Este es, quizás, el mensaje más importante del cardenal: no estamos indefensos ante el avance tecnológico. La inteligencia artificial no es una fuerza inevitable que nos arrastra sin control. Tenemos la capacidad, y sobre todo la responsabilidad, de decidir cómo queremos que sea nuestro futuro. Podemos elegir poner la tecnología al servicio de un progreso verdaderamente humano, uno que respete la dignidad de cada persona, especialmente de los más vulnerables. O podemos permitir que la tecnología nos transforme en "simples simulaciones" sin dignidad. La elección, advierte el Vaticano, es nuestra. Pero debemos actuar ahora, antes de que sea demasiado tarde.

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