El prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede: "Hemos dado muchos pasos en Transparencia"

El español Juan Antonio Guerrero profundiza sobre los resultados del balance económico de 2021 de la Santa Sede

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“Hemos dado muchos pasos en este tiempo en la buena dirección de la trasparencia, de la tutela económica de la Santa Sede y de la sostenibilidad”. Así lo ha explicado el español Juan Antonio Guerrero Alves, jesuita, prefecto de la Secretaría para la Economía, que ha concedido una entrevista a los medios de comunicación del vaticano tras la publicación del Balance de 2021 de la Santa Sede.

Los resultados, afirma, "son mejores que los esperados", pero “para el futuro, tenemos delante de nosotros un tiempo muy incierto” y todavía hay que afrontar algunos problemas estructurales".

Las novedades de este balance comienzan por el cambio de perímetro del consolidado. !Ahí están los estados financieros de toda la Santa Sede. Solo no están incluidos el Governatorato y el IOR. Este hecho significa un paso adelante en trasparencia y visibilidad de la situación económica completa de la Santa Sede; el camino emprendido continúa y se profundiza".


3 millones de déficit frente a 33 previstos

En julio de 2021 el Consejo para la Economía introdujo importantes cambios que hacen que ahora el balance refleje mejor la realidad económica de la Santa Sede. "En el perímetro anterior sólo teníamos visibilidad de un 35% del total. Hemos aumentado significativamente la dimensión: hemos pasado de 60 entes del perímetro anterior a los 92 del perímetro actual; de un total activo de 2,2 mil millones de euros en el 2020 a los 3,9 en el 2021; de un pasivo de 0,8 mil millones de euros a 2,3; de un patrimonio neto de 1,4 mil millones de euros a 1,6; los ingresos han pasado de 248 millones de euros a 1.093 millones de euros; los costes de 315 millones de euros a 1.096 millones de euros; el déficit total ha resultado ser de 3 millones de euros", explica.

En el nuevo perímetro era previsto un déficit de 33,4 millones de euros y, en realidad, ha resultado ser de 3,3 millones. "El déficit operativo previsto eran 56 millones de euros y ha resultado ser 77,7 (es mayor porque en el presupuesto por problemas técnicos no se incluyó la Fundación Casa Sollievo della Sofferenza, que aporta un déficit de 30 millones de euros). También en este caso, los buenos resultados financieros han mitigado los resultados operativos. Si comparamos la cuenta económica de la Curia – el antiguo perímetro – con el presupuesto, con un déficit de 49,6 millones de euros encontramos un superávit de 28,8 millones (78,4 millones de euros mejor de lo esperado)", insiste el español.

El superávit del antiguo perímetro se debe totalmente a los resultados financieros (44,6 millones de euros), pero en comparación con el presupuesto los ingresos fueron 21,8 millones de euros mayores que los presupuestados, los gastos de 26,4 millones de euros menos de los presupuestados, y los resultados financieros de 30,2 millones de euros mejores de lo previsto. "Es importante tener en cuenta que los resultados financieros son principalmente no realizados, es decir, no materializados y sujetos a la volatilidad de los mercados financieros y a los movimientos de los tipos de cambio".

¿Cuáles son sus previsiones para el futuro?

Para el futuro "se nos prospecta un tiempo muy incierto. No tenemos muchas variables sobre las que operar para enfrentar la crisis, no tenemos política fiscal ni monetaria, ni control sobre una gran parte de los ingresos", explica.

Más allá de "nuestros problemas estructurales", la situación mundial —guerra, inflación, falta de suministros, incertidumbre financiera— "crea para nosotros nuevos desafíos y oportunidades. No podemos decir que el tiempo de los sacrificios se haya acabado, el 2022 será un año particularmente difícil y también el 2023. Ahora tenemos que encarar el presupuesto del 2023 que no nos permite estar muy alegres, a pesar de que la presión del COVID haya disminuido".

Camino de la transparencia

"Hemos dado muchos pasos en este tiempo en la justa dirección de la trasparencia, de la tutela económica de la Santa Sede y de la sostenibilidad". Los dicasterios y las instituciones curiales están implementando procedimientos y dando pasos adelante en la justa dirección. Recientemente hemos publicado las cuentas del Óbolo de San Pedro, "lo que hemos recibido y cómo lo hemos utilizado; también hemos puesto en marcha el proyecto de centralización de las inversiones financieras pedido por el Papa años atrás, hemos aprobado una política de inversiones y se ha nombrado un Comité para las inversiones".

Pero aún somos lentos, explica. "Se han introducido procedimientos para protegernos, hemos realizado la venta del palacio de Londres de modo transparente y sin contratiempos, siguiendo los procedimientos correctos; la aprobación de los actos de administración extraordinaria ha introducido, a su vez, un mecanismo de control que invita a seguir los procedimientos, la abolición del secreto sobre las cuestiones económicas nos ha hecho más transparentes… Estamos en camino".


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