Claves del primer viaje internacional de León XIV a Turquía y Líbano
El viaje tiene como centro la conmemoración del 1.700º aniversario del Concilio de Nicea, pero también el deseo del Pontífice de trasladar un mensaje de esperanza a un país como Líbano sumido en una profunda crisis

Roma - Publicado el - Actualizado
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El Papa León XIV inicia el 27 de noviembre su primer viaje apostólico internacional, una ruta que lo llevará durante seis días por Turquía y Líbano, dos territorios clave en la historia del cristianismo. El viaje, que concluirá el 2 de diciembre, tiene como centro la conmemoración del 1.700.º aniversario del Concilio de Nicea, pero también el deseo del pontífice de trasladar un mensaje de esperanza a un país como Líbano sumido en una profunda crisis.
Como todo primer viaje, los discursos y gestos que realice el Papa subrayarán alguna de las prioridades de su pontificado, que en este caso tiene un profundo componente ecuménico, puesto que en el programa se comprueba que León XIV desea impulsar la unidad entre los cristianos, especialmente los cristianos ortodoxos, incrementar el diálogo interreligioso, y facilitar caminos de paz en Oriente Medio.
La agenda de actos de cada viaje papal se mide con lupa, también las institucionales. Entre los numerosos encuentros de este primer viaje, León XIV también mantendrá reuniones con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan y con el de Líbano, Joseph Aoun, donde inevitablemente estarán muy presente las negociaciones sobre el plan para Gaza.
Si hay un aspecto que presidirá cada una de las jornadas es el deseo de León XIV de manifestar su cercanía a las comunidades católicas en Oriente. En Turquía, los cristianos son apenas unos cientos de miles de una población total de 87 millones. Los armenios, en su mayoría cristianos, fueron masacrados por el imperio otomano durante la Primera Guerra Mundial. Como ejemplo de la situación, el papa visitará el templo ortodoxo siríaco de Mor Efrem, la única iglesia nueva construida en Turquía en los últimos 100 años.
En Líbano sí que existe una importante presencia de católicos. La comunidad mayoritaria son los maronitas, pero también están los latinos, griego católicos, siro católicos, caldeos y armenios católicos. Todos han sufrido los conflictos de la zona y la diáspora de cristianos ha mermado su presencia en el país.
Este primer viaje de León XIV también nos permitirá conocerlo en distancia corta, observar sus reacciones al encontrase con los fieles y autoridades institucionales; incluso se descubrirá si continúa con la tradición de ofrecer ruedas de prensa durante el vuelo de regreso a Roma.
1- Turquía: un destino cargado de historia
La elección de Turquía como primera etapa responde al compromiso previo del Papa Francisco con el principal líder ortodoxo, Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla. Le había prometido que en 2025 viajarían juntos a Nicea para conmemorar los 1700 años del concilio en el que se compuso el credo que aún rezan los cristianos a pesar de las divisiones: “Si yo ya no estuviera, irá mi sucesor”, aseguró Francisco al Patriarca. León XIV ha decidido cumplir la promesa de su predecesor. La peregrinación a İznik, la antigua Nicea, será uno de los momentos más simbólicos del viaje, especialmente por su dimensión ecuménica.
El primer Pontífice que viajó a Turquía fue Pablo VI, en julio de 1967, y visitó Estambul, Éfeso y Esmirna. Juan Pablo II también viajó a la antigua Constantinopla trece meses después de ser elegido Pontífice, en noviembre de 1979, para asistir a la fiesta del patrón del Patriarcado Ecuménico, el apóstol san Andrés, que se celebra cada año el 30 de noviembre. Estuvo también en Esmirna, Éfeso y Ankara. El viaje de Benedicto XVI a Turquía en 2006 incluyó una visita a la mezquita azul de Estambul. El Papa Francisco estuvo también en 2014, un año después de su elección, y se limitó a visitar Ankara y Estambul, sobre todo para reunirse con el patriarca ortodoxo y con un grupo de refugiados atendidos por los salesianos.
El viaje comenzará en Ankara, donde el Papa será recibido por las autoridades del país y visitará el mausoleo de Atatürk, fundador de la Turquía moderna. Se trata de un gesto de respeto hacia un Estado de fuerte tradición laica y con una larga historia de convivencia compleja entre religión e identidad nacional. La Iglesia católica en Turquía explica que el motivo prioritario del viaje es “llamar a la fraternidad y al diálogo entre Oriente y Occidente”.
La agenda continuará en Estambul, ciudad puente entre Oriente y Occidente, donde el Santo Padre participará en actos litúrgicos y encuentros pastorales, incluyendo una visita a la Mezquita Azul, uno de los templos más emblemáticos del islam sunní, y una misa multitudinaria en la “Volkswagen Arena”.
2. Líbano: entre la crisis y la esperanza
Puente entre oriente y occidente, entre islam y cristianismo, el Líbano es un país que reconoce 18 comunidades religiosas en su pequeño territorio. En este mosaico de credos, la Iglesia maronita ha jugado un rol protagonista. Desde siempre unida al Papa, los cristianos maronitas son católicos de rito oriental y representan a la comunidad católica más numerosa e influyente en el Medio Oriente. A su cabeza está el Patriarca maronita de Antioquía y de todo Oriente. Se trata de la figura cristiana más importante del país y su papel es central en la vida pública de la sociedad.
En paralelo, la visita a Líbano adquiere un carácter profundamente pastoral. El país vive una de las peores crisis económicas y sociales de su historia contemporánea, y la presencia del Papa pretende convertirse en un bálsamo espiritual para los cristianos y un mensaje de estabilidad para toda la región.
La jornada del 1 de diciembre estará marcada por el desplazamiento hasta el Monasterio de San Maroun en Annaya, donde el Papa rezará ante la tumba de San Charbel, santo al que se le tiene gran devoción en todo Oriente Medio. Posteriormente, presidirá un encuentro con sacerdotes y consagrados en el santuario de Nuestra Señora del Líbano, en Harissa, uno de los epicentros de la vida cristiana del país.
En Beirut el Pontífice también participará en un encuentro ecuménico e interreligioso en la Plaza de los Mártires, símbolo de la memoria colectiva libanesa y escenario de las protestas ciudadanas que marcaron la última década.
Líbano todavía está marcado por la devastadora explosión del puerto de Beirut en 2020, donde el Papa rezará por las víctimas y supervivientes. Más tarde celebrará una misa multitudinaria en el “Beirut Waterfront”, un acto dedicado especialmente a la comunidad cristiana, especialmente afectada por la escalada bélica en el país.
3. Los símbolos que marcarán el viaje
- Primer encuentro con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, interlocutor importante tanto en Gaza como en la guerra en Ucrania. Además, León XIV llega a Líbano mientras Israel prosigue sus bombardeos en el sur del país contra Hizbulá. Se espera que aprovechará la oportunidad para volver a apelar a la paz y al desarme.
- La Mezquita Azul de Estambul subraya la continuidad en diálogo con el Islam iniciada por sus predecesores. Será la primera vez que León XIV entre en una mezquita y el cuarto pontífice en hacerlo.
- La visita a San Charbel enlace directo con la espiritualidad maronita, piedra angular de la identidad libanesa. Su figura, venerada por cristianos y respetada por musulmanes, sintetiza la misión del viaje: ser faro en un lugar donde la fe sigue siendo un puente entre comunidades.
- La oración en el puerto de Beirut será uno de los momentos más conmovedores del itinerario. Allí, donde la explosión de 2020 dejó una cicatriz imborrable, el Papa mostrará su cercanía y lanzará una súplica por la reconstrucción del país.
- En conjunto, los símbolos que muestran los logos escogido para el viaje: puente, agua, cruz y paz, buscan transmitir la idea de que la Iglesia continúa siendo mediadora entre culturas y heridas históricas, ofreciendo reconciliación y esperanza.
- Más allá de la agenda oficial, en este viaje León XIV se presentará como constructor de puentes, tanto entre Iglesias como entre religiones, culturas y pueblos. Su presencia en dos países donde conviven, a veces con dificultad, comunidades cristianas e islámicas, es una apuesta por la paz y por una presencia activa de la Iglesia en los escenarios más heridos del mundo.
4. Quién fue Atatürk. La visita a su Mausoleo es cita obligada en todas las visitas de Estado
Mustafa Kemal Atatürk (1881-1938) fue el fundador y primer presidente de la República de Turquía. Tras la Primera Guerra Mundial se empeñó en transformar el país en una república secular, moderna. Se le bautizó como Atatürk (padre de los turcos).
Logró mantenerse en la presidencia de Turquía durante 15 años con una alta popularidad. Fundó el Partido Republicano del Pueblo, sustituyó el alfabeto árabe por el latino, apostó por la educación gratuita y consiguió que el país tuviera la tasa de alfabetización más alta de Oriente Próximo.
Además, abolió la sharía y el islam dejó de ser la religión oficial del Estado en favor de un sistema legal inspirado en las ideas liberales de Europa. También impulsó el voto y la emancipación de la mujer facilitando su acceso a la participación política y social. Las mujeres obtuvieron el derecho al voto en 1934, todavía bajo su mandato, antes que otros países como Argentina, Colombia, México o Venezuela.
Atatürk también convirtió a Ankara, que en ese entonces era una pequeña ciudad con unos pocos miles de habitantes, en la nueva capital del país, sustituyendo a Estambul, con el fin de tener la capital en un punto geográfico más central.
En un corto período de tiempo, se convirtió en un líder autoritario y acabó con todo vestigio de democracia. La nueva ideología kemalista de crear una nación secular, bajo un idioma, una etnia y una cultura, se tradujo en la opresión de otros pueblos que tenían cabida en el antiguo imperio, como el pueblo kurdo y el armeno.
El kemalismo empezó a ser cuestionado a principios del siglo XXI por el Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP), de carácter musulmán y socialconservador, que lleva veinte años en el poder.
Aun así, la figura y legado de Atatürk siguen vigentes entre los turcos. Su imagen representa la unidad nacional y se encuentra en hogares, instituciones públicas y privadas o en la lira turca. Atatürk es una de las personas más respetadas en Turquía, y en su honor se construyó el mausoleo que visitará el Papa, donde descansan sus restos.
5. El Santuario de Nuestra Señora del Líbano en Harissa, epicentro mariano en Líbano
Los libaneses han sentido siempre una devoción especial por la Virgen María, tanto, que se la venera como Nuestra Señora del Líbano y es la patrona del país.
La basílica que visitará León XIV se encuentra en Harissa, un pueblo montañoso al norte de Beirut. A día de hoy, el aniversario de Nuestra Señora del Líbano se celebra el primer domingo de mayo en este santuario, conocido también como la “Notre Dame” del Líbano.
El santuario ha atraído a millones de fieles, tanto cristianos como musulmanes (los musulmanes también tienen devoción por María). En 1954, el papa Pío XII envió al cardenal Angelo Roncalli al santuario por el centenario del establecimiento del dogma de la Inmaculada Concepción. El cardenal Roncalli se convertiría más tarde en el papa Juan XXIII. El santuario también recibió la visita del papa san Juan Pablo II el 10 de mayo de 1997.
El punto focal del Santuario es una estatua de bronce gigante de 15 toneladas, 8,5 metros de altura y cinco metros de diámetro. La Virgen María extiende sus manos hacia la capital, Beirut. La estatua corona una colina a 650 metros por encima del nivel del mar.





