La desesperación de una familia cristiana pakistaní tras el secuestro de su hija de 14 años por varios hombres

El caso recuerda al de Sheeza Maqsood, violada en Pakistán por cuatro musulmanes y obligada a contraer matrimonio con uno de ellos. Los tribunales rechazaron la denuncia

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Shama es una joven de apenas catorce años de edad. De familia cristiana, ha sido secuestrada después de que cuatro hombres atacaran la vivienda el pasado 24 de junio en la localidad de Karachi, la ciudad más habitada de Pakistán. Lo peor fue cuando los padres de Karachi acudieron a la comisaría de Steel Town para denunciar el secuestro, y los agentes de la policía se negaron a registrar el caso.

La familia ha tenido que luchar desde siempre para sacar adelante a sus hijos. Por ello, hace unos diez años se trasladaron de Ghaghar a Karachi, con el objetivo de prosperar y salir de la pobreza en la que vivían.

Tanto Shama como su hermana mayor, Samina, también trabajaban en una fábrica de productos farmacéuticos. La joven adolescente se había quejado en numerosas ocasiones del acoso y de las amenazas de uno de los guardas de seguridad de su puesto de trabajo, Mohammad Ikhtiyar.

Según la madre de la niña, Ikhtiyar y otros tres hombres armados irrumpieron en la vivienda a última hora de la tarde del 24 de junio, cuando la mayoría de los habitantes habían ido a la mezquita a rezar y las calles estaban desiertas.

El padre, Baboo Masih, dijo a 'AsiaNews' que la policía decidió ocuparse del secuestro solo después de que él lo denunció ante los medios de comunicación. Por el momento no han encontrado ni a Shama ni a los secuestradores.

En Pakistán, mantener relaciones sexuales con menores puede acarrear la pena de muerte o penas de prisión de hasta diez años. El coordinador de la Comisión Católica de Justicia y Paz, Kashif Anthony, teme que los secuestradores presenten un certificado de conversión o un certificado de matrimonio para demostrar su inocencia. Una práctica que suele ser utilizada en Pakistán para influir en la actuación policial e impedir que los cristianos recuperen a sus hijas.

Por desgracia, este tipo de noticias se repiten con demasiada frecuencia en el país de Oriente Medio. El pasado mes de diciembre, la comunidad internacional se escandalizaba por el secuestro, por parte de cuatro musulmanes, de una joven cristiana de 16 años, Sheeza Maqsood. La adolescente fue violada durante dos días en los que, tal y como relataba la chica, "solo lloré y lloré". Fue incluso obligada a casarse con uno de los cuatro hombres que la violaron varias veces, antes de que pudiera escapar. Su denuncia acabó por ser rechazada en los tribunales.

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