El aspecto sombrío del interior de una vivienda en la Cañada Real: “No se puede dormir”

El matrimonio califica de “canallada” que las administraciones consientan el sufrimiento de los habitantes del asentamiento: “Hay niños con meses de vida enfermos”

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Ser diabético en Cañada Real Galiana representa un peligro mayor respecto a quien reside en el barrio de al lado. Sufrir los efectos de las bajas temperaturas no es lo más recomendable para este colectivo, especialmente si se tratan de personas de avanzada edad. La gripe y los resfriados propios de estos meses propician los niveles de azúcar en sangre. Además, se recomienda que la medicación de los diabéticos se mantenga a temperatura ambiente.

Sin embargo, el corte de suministro eléctrico desde el pasado 2 de octubre, han hecho que los habitantes de este asentamiento de Madrid se hayan, literalmente, pelado de frío. Especialmente cruel fueron las primeras semanas de enero, cuando el temporal de nieve ‘Filomena’ dio paso a jornadas que rondaron mínimas de veinte grados bajo cero.

A todo ello ha debido enfrentarse un matrimonio diabético residente en Cañada Real. Tras cuatros meses viviendo esta situación, la señora no aguanta más: “Llevamos meses así. Mira como estamos de pasar frío. Ni lavamos la ropa ni nada. El frío ha sido muy malo. No podíamos ni salir de la nieve que había. Todos los niños se han puesto enfermos. Mi marido y yo somos diabéticos”.

En declaraciones a ‘Aleluya’, la vecina ha confesado que los medicamentos lo ingieren en malas condiciones, al no poder conservarse correctamente: “Yo estoy operada seis veces y necesitamos una solución para al menos tener agua caliente, lavar la ropa, ducharnos… ¡por favor, no puede ser la vida que llevamos!”, lamenta muy molesta nuestra protagonista.

"Esto es una canallada, tenemos niños con mees de vida enfermos"

Su marido, también diabético, no duda en manifestar que es una canallada que las administraciones consientan el sufrimiento de los 4.500 vecinos que habitan Cañada Real Galiana: “Tenemos aquí niños con meses de vida que se han puesto enfermo, y no miran nada. Enfrente un moro se ha muerto del frío. Es una canallada”, protesta.

Fue el caso de un pequeño de tres meses, al que tuvieron que trasladar a urgencias muy enfermo como consecuencia de las bajas temperaturas. Por ello, la señora teme que cuando nazca su nieta a mediados de febrero, la situación no haya cambiado: “¿Dónde la metemos aquí sin luz ni nada? Por favor, una solución ya”, reitera.

El aspecto que presenta el interior de la vivienda del matrimonio

Y mientras esa solución llega, el matrimonio trata de calentarse en la tienda de calzados que regentan en su propia vivienda. Un espacio extremadamente humilde y marcado por la oscuridad cuando la tarde comienza a caer en Madrid. Una pequeña chimenea de leña es lo único que el matrimonio ha logrado reunir para aclimatar mínimamente la habitación: “En casa no se puede dormir porque es una nevera. Lo que hacemos en la tienda es quitar la mesa y echamos un colchón a la lumbre de leña. No tienen consideración ninguna”, lamenta el varón.

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