Welby, primado anglicano, tras visitar Ucrania: «He conocido a personas que han pasado por el infierno»

El arzobispo de Canterbury ha acudido a Irpin y Bucha, y se ha reunido con los líderes de las Iglesias y organizaciones benéficas que ayudan a refugiados y desplazados

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«La invasión rusa de Ucrania es un acto de maldad. Estar hoy en Irpin y Bucha ha hecho que mi convicción de eso sea aún más fuerte. La guerra desata a las fuerzas del infierno y hoy conocí a gente que ha pasado por ese infierno». Así se ha expresado este 2 de diciembre el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, tras visitar una fosa común a las afueras de Kiev. El líder anglicano ha realizado una visita de tres días para transmitir su solidaridad a los refugiados y desplazados por la guerra y a las Iglesias del país. La semana pasada expresió esos mismos deseos en Mozambique a los damnificados de los ataques terroristas del Estado Islámico.



«El pueblo de Ucrania ha mostrado un coraje extraordinario frente a la invasión ilegal, injusta y brutal de Ucrania. Esta visita trata de mostrar solidaridad con ellos mientras se enfrentan a un invierno profundamente difícil», declaró nada más llegar a Kiev y tras recordar que Jesús también nació en un conflicto y «se convirtió en un refugiado cuando sus padres huyeron de la violencia y la persecución para buscar seguridad en Egipto».

«Hoy conocí a sacerdotes heroicos»

Durante su estancia, Welby visitó la iglesia greco-católica de San Andrés en Bucha, en la que se exponen fotos de los civiles asesinados al inicio de la invasión, y rezó con su párroco, el P. Andriy Halavin. También oró en el lugar donde hay enterrados 116 cuerpos. En Irpin acudió al llamado «Puente de la Esperanza» y escuchó los testimonios de los sacerdotes locales.

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«La Iglesia sufre junto a las comunidades a las que sirve», dijo. «Hoy conocí a sacerdotes heroicos, seminaristas y cristianos locales que, incluso en medio de su propio sufrimiento agonizante a través de esta brutal invasión, han amado y apoyado a los que los rodean. Siento que hoy he tocado el dobladillo de la capa de Jesús y he visto su rostro en las caras de Irpin y Bucha», manifestó.

El arzobispo anglicano mantuvo también un encuentro con los profesores y estudiantes del Seminario Teológico Evangélico Ucraniano (UETS), que fue alcanzado por seis misiles rusos a principios de marzo, pocos días después de ser evacuados. Y asistió también a una reunión del Consejo Ucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas, donde escuchó a los líderes de las comunidades cristianas, judías y musulmanes del país. Parte de esa reunión, por cierto, tuvo lugar en el refugio de un hotel de Kiev, tras sonar las alamas que avisan de un ataque aereo.

Un valor, resistencia y fe impresionantes

Antes de dejar Ucrania, el primado de la Comunión Anglicana se confesó impresionado por «la valentía, la resistencia y la fe» de las personas que ha conocido. «Pero también —ha añadido— me ha impresionado la magnitud del mal que se ha desatado por esta invasión injusta, lo que significa que nuestra determinación por apoyar a los ucranianos en su lucha por la libertad debe ser aún mayor. Hago un llamamiento a la Iglesia de Inglaterra, a la Comunión Anglicana y a los cristianos de todo el mundo para que recen por Ucrania este Adviento, y por todas las personas de todo el mundo que viven a través de conflictos e injusticias».

En su camino a Kiev, Welby estuvo también en Varsovia, donde mantuvo un encuentro con los refugiados ucranianos allí acogidos y se reunió con el nuncio apostólico en Polonia, Salvatore Pennacchio, quien le informó sobre el gran trabajo de apoyo que presta la Iglesia católica a estas personas.

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