Impulsar legislaciones, objetivo del encuentro entre Enlázate por la Justicia y la Red Iglesias y Minería

El objetivo de la Campaña de Desinversión en Minería consiste en la solicitud de un marco legislativo que garantice el respeto a los derechos humanos y el medioambiente

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Un grupo de responsables de las de las comunidades y de la Iglesia católica de Brasil, Colombia, Ecuador y Honduras se encuentran de visita en Europa con el fin de dar a conocer la Campaña de Desinversión en Minería. Este viaje ha propiciado también el encuentro de este grupo visitante con la red Enlázate por la Justicia, formada por Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y Redes. Impulsar legislaciones es el objetivo común del encuentro entre «Enlázate por la Justicia» e «Iglesias y Minería».

El objetivo de esta campaña consiste en la solicitud de un marco legislativo de debida diligencia que garantice el respeto a los derechos humanos y el medioambiente. Este es uno de los objetivos de la visita y “constituye una herramienta concreta para corresponsabilizar a los bancos y grupos inversores a la hora de cambiar el modelo económico extractivista, que genera devastación de la Tierra y las personas”, tal y como reza el comunicado de Enlázate por la Justicia.



Los testimonios del grupo de América Latina encarnan la necesidad de elaborar leyes que obliguen a las empresas a respetar los derechos humanos y el planeta. Es necesaria una mayor implicación de los tres agentes que garantizan la reparación de los impactos producidos en este ámbito: empresas, que trabajen para minimizar sus riesgos; Estados que exijan la protección y reparación de los derechos vulnerados, y una sociedad civil, que haga un seguimiento de las situaciones y se comprometa a través de un consumo responsable y una inversión transparente.

España prepara su propia ley

Actualmente existen procesos legislativos abiertos en varios ámbitos geográficos. La UE ha lanzado una propuesta de directiva sobre la diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad. Se les exigirá que determinen y, en caso necesario, prevengan, atajen o mitiguen los efectos adversos de sus actividades en los derechos humanos -trabajo infantil, explotación laboral, conflictos, violencia- y en el medioambiente. España está preparando su propia ley, recogiendo los avances, de otros Estados que ya cuentan con una, y las propuestas del Tratado vinculante de Empresas y Derechos Humanos de la ONU.

La comitiva de América Latina se encuentra con entidades de la Iglesia católica y de la sociedad civil. En Bruselas se reúne con la COMECE (Comisión de obispos católicos de la UE) y con CIDSE (entidad de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad). En Roma trabajará con miembros del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral. Visitará España, del 3 al 6 de abril, donde será acompañada por la red Enlázate por la Justicia:

- Madrid, Real Basílica Ntra. Sra. de Atocha, 3 de abril: Charla coloquio, a las 19:00 h., yEucaristía a las 20:00 h.

- Universidad de Salamanca, 4 de abril: Jornada sobre la futura ley española de protección delos derechos humanos, sostenibilidad y debida diligencia.

- Madrid, sede de Red de Entidades para el Desarrollo Solidario (Redes), 5 de abril: Encuentrocon miembros de «Enlázate por la Justicia», a las 10:00 h.

- Sevilla, 5 de abril: Encuentro con miembros de «Enlázate por la Justicia». Hora y lugar porconcretar.

- Madrid, sede Conferencia Episcopal Española (CEE), 6 de abril: Encuentro con miembros de laCEE y de Confederación de Religiosos de España (CONFER), a las 9:00 h.



Postura de «Enlázate por la Justicia»

Con el objetivo de fortalecer la verdad y defender la justicia, «Enlázate por la Justicia» se une a los movimientos comunitarios del planeta, a la memoria de Monseñor Romero y a la oración del Papa Francisco para pedir “a las grandes corporaciones extractivas -mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agroindustriales- que dejen de destruir bosques, pantanos y montañas, que dejen de contaminar ríos y mares, que dejen de envenenar a las personas y los alimentos". El grito que resuena en las comunidades martirizadas por las economías extractivas y la histórica violación de la Casa Común clama un cambio profundo en la economía mundial y requiere una acción de amistad social internacional.

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