Un experto advierte sobre los panes con la imagen de Jesús hallados en Turquía: "Todavía está todo muy cogido con alfileres"
El hallazgo de unos panes de 1.300 años en Turquía y un amuleto del siglo III en Alemania arrojan nueva luz sobre la vida y la iconografía de los primeros cristianos
Tres descubrimientos recientes que pueden (o no) desvelar cosas sobre los primeros cristianos
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Recientes descubrimientos arqueológicos relacionados con los primeros cristianos han generado un notable interés. Para analizar su alcance, el profesor del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, Santiago Guijarro, ha intervenido en el programa 'Ecclesia Al Día' de TRECE, presentado por Raquel Caldas. El experto ha ofrecido su visión sobre la importancia y el contexto de estos hallazgos, que incluyen unos panes de 1.300 años de antigüedad encontrados en Turquía y un amuleto del siglo III localizado en Alemania.
Los panes de la época bizantina
El descubrimiento más mediático ha tenido lugar en el sur de Turquía, donde un equipo de arqueólogos ha encontrado cinco panes carbonizados con más de 1.300 años de antigüedad. Uno de ellos muestra lo que parece ser una imagen de Jesucristo, lo que ha llevado a especular que podrían ser panes eucarísticos. Este hallazgo, datado en la época bizantina (en torno al año 700 u 800), aporta información sobre un periodo posterior al de los primeros cristianos.
Pan turquía
A pesar del revuelo, Santiago Guijarro llama a la prudencia. Según ha explicado, se trata de un titular de noticia que todavía no ha sido bien descrito en los círculos académicos. "Todavía todo está muy, muy, muy cogido con alfileres", ha afirmado. Lo más llamativo para el estudioso es la imagen grabada, que parece representar a un sembrador, una figura de la vida cotidiana. Esta representación contrasta con la iconografía habitual de la época, cuando a Jesús se le representaba como 'Pantocrátor', es decir, un anciano con barba.
Todavía todo está muy, muy, muy cogido con alfileres"
Docente Pontificio Instituto Bíblico de Roma
El profesor Guijarro ha añadido que aún está pendiente el análisis químico de los panes, un detalle crucial para determinar su composición. "No sabemos si eran panes con levadura o sin levadura", ha señalado, explicando que esta característica tenía funciones distintas en las prácticas litúrgicas bizantinas. Si se confirma que eran panes presentados en la Eucaristía, la representación de un Jesús más cercano a la vida popular sería de gran interés, ya que, según Guijarro, "de la vivencia popular de la religión tenemos muy poca información".
Un amuleto 'apasionante' del siglo III
Durante su intervención, el experto ha calificado como "más importante" que el de los panes otro hallazgo reciente: un amuleto encontrado a finales de 2018 en Nida, una antigua ciudad romana cerca de la actual Frankfurt (Alemania). La relevancia de este objeto radica en su antigüedad, ya que está datado con total seguridad a mediados del siglo tercero (entre el 230 y 240 d.C.), es decir, casi cien años antes de que se estableciera el credo de Nicea.
Este es un descubrimiento verdaderamente apasionante, porque este sí que es antiguo"
Docente Pontificio Instituto Bíblico de Roma
"Este es un descubrimiento verdaderamente apasionante, porque este sí que es antiguo", ha subrayado Guijarro. El objeto se encontró en una zona fronteriza del Imperio Romano, en el límite con las tribus germánicas. Se trata de una pequeña cápsula que contenía una lámina de plata enrollada. Los arqueólogos, al intentar desenrollarla, comprobaron que se rompía, por lo que tomaron una decisión prudente: esperar a disponer de la tecnología adecuada para poder revelar su contenido sin destruirlo.
Amuleto de Frankfurt
La importancia del contexto arqueológico
El profesor Guijarro ha destacado una ventaja fundamental de los hallazgos arqueológicos sobre otras fuentes: su precisa datación. "Los testimonios que tenemos sobre los primeros cristianos son fundamentalmente artefactos que no están muy bien datados, como, por ejemplo, los manuscritos", ha explicado. Por ello, cuando un descubrimiento como el del amuleto de Nida puede ser fechado y localizado con exactitud, se convierte en una fuente de información de primer orden sobre un periodo del que se conservan pocos datos.
Finalmente, Guijarro ha insistido en que estos objetos ofrecen una ventana única a la religión popular y a la vida cotidiana de los primeros creyentes. Mientras que los textos que han llegado hasta nosotros fueron escritos por una élite minoritaria, "un 2 por 100 o un 3 por 100 de las personas de un grupo", los artefactos como los panes de Turquía o el amuleto de Alemania reflejan las creencias y prácticas de una base mucho más amplia de la sociedad del momento, arrojando luz sobre cómo se vivía la fe cristiana en sus primeros siglos.
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