César González, director de Radio Madre de Dios en Perú: “Debemos seguir defendiendo a los más vulnerables”

La Radio Madre de Dios, ubicada en Puerto Maldonado, Perú, nació en el año 1957 como primera radio católica de este país. Su fundador fue el misionero dominico José Aldámiz, quien al ver las dificultades de comunicación de los indígenas, que solo podían desplazarse a través del río, decidió decidió pilotar avionetas y poner en marcha la emisora de radio. Desde entonces funciona y ofrece un medio fantástico para laevangelización y el bien común de los pueblos indígenas.

Desde hace seis años esa emisora la dirige César González, un misionero laico de 39 años, natural de Burgos, que decidió ponerse al servicio del vicariato y modernizar esta emisora. Ha contado con la ayuda de Obras Misionales Pontificias para lograrlo y la Radio Madre de Dios ha prestado un servicio enorme a la población durante la pandemia, y ofrece una mirada católica sobre las cosas que suceden allí (minería ilegal, trata de seres humanos, explotación infantil…).

Ha pasado por los micrófonos de Herrera en COPE, donde ha indicado que “Radio Madre de Dios nació como un sueño de los misioneros, que deseaban poder interconectar las misiones y también llegar a más gente a través de la radio”. Es la voz de la Iglesia en la Amazonía peruana.

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González expone que “intentar comunicar casos de corrupción es complejo. Conlleva también muchas dificultades en cuanto al acceso, pero como periodistas profesionales, a pesar de ser muy pequeños, lo hacemos desde el punto de vista ético. Normalmente nos encontramos con otras realidades de comunicación que se dejan llevar por la extorsión y esto nos lleva a reflexionar sobre la función nuestra como comunicadores en los casos de corrupción, sobre todo cuando tienen que ver con con el medioambiente. En este caso la minería ilegal está devastando la zona, una zona es la más biodiversa del mundo”.

Miles de seguidores en una radio pequeña

“El impacto en la población en la redes sociales la verdad es que nos sorprende porque en la pandemia han sido muy curiosas las cifras que hemos obtenido. En algunos momentos puntuales incluso nos hacían hasta sonrojar. Hablamos de miles de seguidores en una radio tan pequeñita. Durante la pandemia hemos obtenido cifras muy altas, sorprendentemente altas. Luego obviamente se ha regularizado, pero la verdad es que el impacto en la población creo que como comunicador se siente que hay mucha afinidad y también mucho cariño por lo que hacemos con lo cual, a pesar de de haber también personas que puedan criticar pues la labor que hacemos como comunicadores”.

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Defensa a los más vulnerables

“La evolución de la emisora pasa obviamente por lo digital y las nuevas tecnologías. Lo que tiene que ver con redes sociales, aparecer en la pequeña pantalla de un teléfono móvil, cuyo acceso es muy frecuente. Es importante reconocer que esta evolución, que forma parte de la propia historia de la radio es lo que toca en estos momentos. A través de estas redes sociales y de estas nuevas tecnologías debemos seguir defendiendo a los más vulnerables, a aquellas personas que más lo necesitan, y nuestro objeto pastoral sobre todas las comunidades indígenas, ir a defensa de los derechos humanos”.

Por último expone que “la radio se convirtió desde los orígenes en un instrumento misionero. Es más, nació como instrumento para poder comunicar en este caso a la sociedad de Madre de Dios y la sociedad de Puerto Maldonado. Cuando teníamos onda corta, onda media y fm, fue un instrumento utilizado por los misioneros para poder evangelizar. A día de hoy seguimos siendo instrumento misionero sobre todo, defendiendo las causas de los más de los más vulnerables, aquellas personas que más lo necesitan”.

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La de César es una de las muchas historias anónimas de personas que lo dejan todo para irse lejos de casa a ayudar a otros y a comunicarles lo mejor que han encontrado, a Jesús. Él lo hace a través de la radio, siempre al lado de los más vulnerables. El domingo, día del Domund, es su día, el de todos los misioneros que calladamente construyen cada día un mundo mejor.