El activista Juan Carlos Arce asegura que Rolando Álvarez sufre torturas en la prisión de Nicaragua

El integrante de 'Nunca Más', organización contraria al régimen de Daniel Ortega, asegura que el gobierno pretende controlar y destruir a la Iglesia

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El activista nicaragüense Juan Carlos Arce cree que el obispo Rolando Álvarez está siendo torturado en la prisión donde cumple los 26 años de condena por “traición a la patria tras negarse a abandonar su país”, a juzgar por las últimas imágenes que el régimen de Daniel Ortega compartió del jerarca eclesiástico, en la que se le veía más delgado.

"La misma imagen del obispo Rolando Álvarez, deteriorado, delgado, te demuestran que es víctima de tortura", sostuvo el activista, durante la presentación del informe ´Violaciones a la libertad religiosa - Etapas de represión contra la Iglesia en Nicaragua´, elaborado por la ONG 'Nunca Más' a la que pertenece y que tiene su sede en San José (Costa Rica).

Arce explicó que "la tortura tiene su expresión" y la misma es notoria en el rostro y en el cuerpo del religioso, crítico con el Gobierno que preside Daniel Ortega.

"Su cuerpo es la prueba y la evidencia de la violación a todas las convenciones, a todos los protocolos existentes en materia de trato a las personas privadas de libertad", ha argumentado.

A juicio del defensor de derechos humanos, el Gobierno sandinista, al divulgar las fotos la semana pasada, lo que pretendía "era demostrar que el obispo está bien, y lo que quedó claro es que el obispo no está bien, está siendo víctima de tortura".

Para Arce, las autoridades mostraron "una imagen absolutamente distorsionada de la realidad que todos sabemos" y que los mismos excarcelados políticos desmintieron, con sus testimonios, de que el lugar donde tomaron las instantáneas al jerarca sea una celda, sino que se trataba de una sala de visitas.

En el informe realizado por 'Nunca Más', la organización asegura que el régimen de Ortega en Nicaragua persigue asumir el control de las actividades religiosas, principalmente las de la Iglesia Católica, institución a la que el presidente del país ha calificado de "mafia" y de ser antidemocrática.

Para Juan Carlos Arce, "el régimen de Nicaragua está empeñado en controlarlo todo" y que ve en los símbolos de la Iglesia Católica, en "su infraestructura, sus estructuras, su jerarquía, un riesgo", y por eso "apuntan a destruir" o bien usurpar las actividades religiosas.

A su juicio, Ortega, que controla los cuatro poderes del Estado en Nicaragua, tiene como objetivo "configurar una Iglesia a la medida y, en la medida que no la pueden controlar, la van a destruir".

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