El grito de las personas de sin hogar a las que atiende Cáritas: “Solo quiero una cama que no se moje cuando llueve”

Con motivo del Día de las Personas sin Hogar que se celebra el próximo 26 de octubre, Cáritas ha presentado su campaña con testimonios y un dato que estremece: solo en 2024 atendieron a 42.850 personas en esta situación

Sin hogar

R PELAEZ

José Melero Campos

Publicado el

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Cáritas acompañó en 2024 a un total de 42.850 personas sin hogar, lo que supone un crecimiento porcentual del 1'21% respecto al año anterior. Según el informe publicado por la entidad social de la Iglesia con motivo del Día de las Personas sin Hogar que se celebrará el próximo 26 de octubre, dos de cada diez personas atendidas en esta situación eran mujeres.   

“De forma alarmante, Cáritas es testigo de cómo sigue en aumento la vulnerabilidad en muchas personas y familias que no pueden acceder a su derecho a una vivienda digna y adecuada. Por ello, es necesario y urgente seguir sensibilizándonos como sociedad y continuar interpelando a las administraciones públicas, garantes de los derechos humanos, y al resto de la sociedad acerca de la realidad que están viviendo estas personas”, explica la responsable de la campaña y programa de personas sin hogar de la institución eclesiástica, María Santos.

Cáritas también ha puesto el foco en los obstáculos que afrontan estas personas y que les impiden su plena integración en la sociedad. Entre los problemas destacan “la falta de intimidad, los problemas de salud física y mental, las dificultades de acceso a un trabajo decente o a una vivienda adecuada”, subraya.

"No quiero una mansión, solo una cama que no se moje cuando llueve"

Durante la presentación de la campaña, que este año tiene por lema 'Sin hogar, pero con sueños', ha contado por tercer año consecutivo con la participación de personas en situación de calle. Algunos de los testimonios recogidos por la campaña describen muy bien la difícil situación que atraviesan estas personas.

Hay noches en que me duermo imaginando que vuelvo a tener una mesa para invitar a mis nietos a merendar. No sé si pasará, pero ese sueño me mantiene viva”, cuenta Teresa, de 59 años.

Por su parte Clara, a sus 38 años, relata cómo le encantaría “trabajar cuidando personas mayores. Lo hice muchos años. Ahora acudo a un centro de día, pero sigo soñando con volver a cuidar a alguien y tener así un hogar. Que alguien confíe en mí”.

Rubén, de 44 años, no pide una mansión, sino “una cama que no se moje cuando llueve”, y volver a tener en su bolsillo una llave “aunque sea de una habitación compartida”.

Migrantes, trabajadores pobres o adictos: los perfiles de personas a las que atiende Cáritas 

Trabajadores que no pueden acceder a una vivienda; migrantes atrapados en la invisibilidad, víctimas de violencia machista; personas con discapacidad que no hallan oportunidades laborales o hombres y mujeres con problemas mentales o adicciones, son algunos de los perfiles que atiende Cáritas en su día a día.

   

“Las personas sin hogar no solo necesitan derechos garantizados, también necesitan vínculos humanos que les recuerden que todavía pertenecen, que aún forman parte. La campaña nos propone vincularnos para crear un espacio donde poder descansar sin miedo. Porque un vínculo es mucho más que un recurso: es una relación que cura”, asegura María Santos.

Según los datos adelantados del IX Informe FOESSA, que se presentará a inicios de este mes de noviembre, tres millones de personas (6,3%) en nuestro país utiliza ya formas precarias de tenencia de la vivienda (facilitada gratuitamente por otras personas o instituciones, realquilada, ocupada ilegalmente o con aviso de desahucio) y 3,4 millones de personas (7%) sufren condiciones de hacinamiento. Cáritas invirtió el año pasado 41,7 millones de euros en su programa de personas sin hogar, el 8,6% de su presupuesto total.

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