150 años de las beatificaciones de dos mártires mexicanos asesinados en Japón

150 años de las beatificaciones de dos mártires mexicanos asesinados en Japón

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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México: 150 años de las beatificaciones de dos mártires mexicanos muertos en Japón, Bartolomé Días-Laurel y Bartolomé Gutiérrez

Este 2017 serán conmemorados los 150 años de las beatificaciones de dos mártires mexicanos muertos en Japón: Bartolomé Díaz-Laurel y Bartolomé Gutiérrez. Ellos fueron elevados a los altares durante el pontificado de Pío IX. El primero formó parte de un grupo de 204 mártires que encabezó el dominico Alfonso Navarrete y fue beatificado en Roma el 7 de julio de 1867. El Segundo, fue beatificado el 22 de mayo de 1867.

Para la arquidiócesis Primada de México, tiene especial relevancia Bartolomé Gutiérrez, ya que él nació en la Ciudad de México el 4 de septiembre de 1580, y cuando tenía 16 años de edad, ingresó con los agustinos y profesó de manos del Padre Diego de Contreras.

Desde joven quería ser misionero, y por ello, en 1605, mientras trabajaba en Puebla, vió la oportunidad de unirse al viaje que estaba por realizar a Filipinas el Procurador de Manila, Fray Pedro Solís, de modo que se embarcó y ya en Asia, fue Maestro de Novicios desde 1612.

En 1615 o 1617, cambió de sede a Japón y se instaló en el convento de Usuki, no obstante pesaba sobre estos religiosos una orden imperial de expulsión. Bartolomé Gutiérrez aprendió japonés; era un latinista notable y fue nombrado Prior de monasterio.

Algunos historiadores suponen que en 1615, Bartolomé Gutierrez fue expulsado por orden del emperador Taiko Sama, el mismo que ordenó el martirio de San Felipe de Jesús y sus compañeros mártires, pero se dice que regresó a Manila en 1618 disfrazado acompañado del padre Pedro de Zúñiga. Permaneció en Japón 15 años ejerciendo su ministerio a escondidas.

El 10 de noviembre de 1629 estaba en la ciudad de Omura donde fue descubierto y arrestado por el rey Bongo, quien lo consideró espía y enemigo de la raza. Fue enjaulado y torturado en las fétidas aguas hirvientes del monte Ungeno.

El 8 de septiembre de 1632, Bartolomé Gutiérrez fue quemado a fuego lento con 5 compañeros en Nagasaki.

Mons. Armando Colin, obispos auxiliar de la Arquidiócesis de México, entrevistado, consideró que esta efeméride es una magnífica oportunidad para promover la ejemplar vida de estos beatos, en especial, la de Bartolomé Gutiérrez, a fin de tratar de avanzar hacia su posible canonización.

En cuanto al beato Bartolomé Laurel, nació en Acapulco, Guerrero, hacia 1599 e ingresó con los franciscanos. En 1619 viajó a Filipinas donde prestó servicios de medicina en un hospital anexo al convento. En 1623 viajó a Japón, donde fue apresado y quemado vivo el 17 de agosto de 1627, en Nagasaki.

Fuente. Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México

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