El proyecto que acerca a Dios a los niños en momentos de dificultad: "Todo empezó cuando yo emprendí mi profesión de una manera nueva, pintando"

Estefanía Landeras enseña los dones del Espíritu Santo a través de su colección para niños 'Celeste y los Dones del Espíritu Santo'. En 'Ecclesia al día' conocemos de cerca su iniciativa 

La escritora y artista Estefanía Landeras nos cuenta cómo su pasión por el arte se convirtió en una herramienta para enseñar a los niños sobre la cercanía del Espíritu Santo.
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Silvia Ana Ortíz Tejuca

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En un mundo cada vez más tecnológico y con tantas distracciones, encontrar maneras cercanas y creativas de enseñarles a los más pequeños sobre los valores cristianos se vuelve algo importante. Y aquí es donde conocemos a  Celeste y los Dones del Espíritu Santo, una colección literaria creada por la escritora y artista Estefanía Landeras. A través de esta serie, Landeras presenta los dones del Espíritu Santo de una manera comprensible y cercana para los niños, utilizando el arte y la narración como herramienta para acercarlo a los más pequeños y que sientan que el Espíritu Santo está siempre acompañándoles.

Estefanía Landeras enseña los dones del Espíritu Santo a través de su colección para niños "Celeste y los Dones del Espíritu Santo"

"Todo empezó cuando yo emprendí mi profesión de una manera nueva, pintando, y ahí es cuando decidí que mi arte quería que hablara de lo que a mí me había dado la felicidad plena, incluso en el sufrimiento, que era Dios", comparte Estefanía Landeras en una entrevista en 'Ecclesia al Día' de TRECE TV. Esto que contó Estefanía fue el principio de la creación de una obra que quiere que los niños conozcan al Espíritu Santo y que se sientan acompañados, que sepan que pase lo que pase siempre estará con ellos acompañándoles. Landeras quiere acercar la presencia del Espíritu Santo a los corazones de los niños.

Celeste y su amiga especial: la libélula

En el corazón de la historia se encuentra Celeste, una niña cuya vida da un giro cuando descubre que está acompañada por una amiga muy especial: una libélula. A través de esta amistad, Celeste inicia un proceso de aprendizaje en el que va conociendo los dones del Espíritu Santo: "Celeste tiene esta amiga tan especial que es una libélula y no sabe lo que es el Espíritu Santo, y al final de la colección se ve como el niño se da cuenta que esta libélula viene directamente del cielo", nos cuenta Estefanía Landeras. Y es que aunque es invisible está siempre en nuestras vidas, con nosotros, acompañándonos.

Una visión respetuosa de la infancia y la espiritualidad

Estefanía Landeras también subraya la importancia de tratar a los niños con dignidad y respeto, reconociendo su capacidad innata para entender los aspectos más profundos de la vida: "Me parece que hay que tratar a los niños de una manera digna, no tomarles como ignorantes porque tienen una sabiduría innata muy grande, sufren como nosotros y a veces, se encuentran solos y tienen que saber que el Espíritu Santo está con ellos", afirma la autora.

Con estas palabras, Landeras destaca la importancia de abordar la educación espiritual desde un lugar de respeto y comprensión hacia los sentimientos y preocupaciones de los niños. La autora cree que este enfoque puede ayudarles a sentir la cercanía del Espíritu Santo en su día a día, especialmente en momentos de soledad o incertidumbre.

Una colección que transforma el aprendizaje espiritual

"Celeste y los Dones del Espíritu Santo" no solo es una serie de libros, es una invitación a vivir y descubrir la gracia del Espíritu Santo. Gracias al arte de Estefanía Landeras, los niños tienen ahora una oportunidad única de conocer los dones del Espíritu Santo de una forma que les atraiga haciéndolos sentirse acompañados y comprendidos.

Y es que la pintora de arte sacro y autora de esta colección quiere invitar a los niños y sus familias a un encuentro más profundo con la fe cristiana. Una obra que, a través de su mensaje de esperanza, se convierte en un verdadero regalo espiritual para los más pequeños.