XIII Encuentro de militantes de Profesionales Cristianos de Acción Católica de España

XIII Encuentro de militantes de Profesionales Cristianos de Acción Católica de España

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Monseñor Sebastiá Taltavull en XIII Encuentro de militantes de Profesionales Cristianos de Acción Católica de España

"No quiero una Iglesia clausurada en una maraña de obsesiones"

Monseñor Taltavull recuerda a Profesionales Cristianos las palabras del Papa Francisco: "No quiero una Iglesia clausurada en una maraña de obsesiones"

"No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos? mientras, afuera, hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: Dadles vosotros de comer" (E.G, 49)

Estas palabras, entre otras muchas, han sido el estribillo y el acorde mayor que Sebastián Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona, ha pronunciado para reflexionar -junto a Profesionales Cristianos de distintas diócesis españolas- durante este fin de semana en Pozuelo de Alarcón, Madrid.

De nuevo, volvíamos a juntarnos allí las mismas caras y los mismos gestos que ni el devastador paso del tiempo consigue arrancar de nuestras memorias. Íbamos a celebrar el décimo tercer encuentro de militantes de Profesionales Cristianos de Acción Católica de España, y ninguno de los presentes queríamos perdernos cada huella del camino.

El viernes, al caer de la tarde, íbamos llegando de distintos rincones de España; Madrid, Badajoz, Plasencia, Valencia, Menorca, Mallorca, Canarias, Bilbao, Palencia, Zamora, Zaragoza? "Identidad y misión de la Iglesia hoy" ?de la Lumen Gentium a la Evangelii Gaudium- era el tema que nos unía para volver a sentirnos hermanos en este maravilloso encuentro.

La inquietud de fondo del movimiento de Profesionales Cristianos es responder a lo que piden el Evangelio y la Iglesia, ser levadura en medio del mundo y testigos de la transformación de las realidades colectivas. Todo esto, desde pequeños grupos de revisión de vida, coordinados con otros grupos de Iglesia para ser una voz de la misma que va descubriendo el paso de Dios por la vida de cada día. Esto está en el fondo de todos los encuentros y actividades que se organizan. Aquí se buscaba oír la voz del pastor para que iluminara el momento del quehacer laical de los profesionales cristianos, presentando aquello que considera hoy fundamental como identidad y misión del laicado cristiano en la Iglesia y en el mundo. Para ello, estuvo presente Sebastián Taltavull Anglada, obispo auxiliar en Barcelona, quien -con una disponibilidad grande- llegó de los primeros y sintió profundamente tener que irse antes del final. Sin embargo, el tiempo que estuvo bastó para animar y enriquecer al colectivo que se encontraba en la casa de ejercicios de los misioneros oblatos.

Evangelizar en sociedad desde el quehacer profesional

En su ponencia marco presentó, con vida y cercanía, claves fundamentales para hoy que necesitarán ser profundizadas por los militantes para hacerlas vida en el quehacer que les identifica, tanto en su ser bautismal como en su misión especializada en la sociedad y en la cultura actual, dentro de la Iglesia. En síntesis, podemos decir que, enraizado en el Concilio Vaticano II, en las encíclicas y exhortaciones de los papas Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y en la novedosa exhortación del Papa Francisco "Evangelii Gaudium" ?corroboradora de Evangelii Nuntiandi y del documento de Aparecida-, marcó un itinerario de reflexión y profundización para el presente y el futuro de estos laicos comprometidos en la misión de evangelizar en sociedad ?cultura y vida pública- desde el quehacer profesional.

Taltavull les animó, sintiéndose uno más de ellos dentro del movimiento, a trabajar por la identidad cristiana que es transversal en el movimiento y en la Iglesia, al centramiento en Cristo y en el Evangelio para saber ser una minoría creativa en el quehacer evangelizador y, así, llegar a pie de calle y de profesión a todos los que no conocen al Señor o se fueron desanimados o disgustados del seno eclesial porque les faltó el calor del Evangelio. Clarificó cómo el proceso requiere un estilo de pastoral nuevo, donde el ser cristianos e Iglesia, ha de tener un referente cristológico más que institucional, para llegar a los otros en las claves del servicio y de la entrega generosa de la vida gratuitamente.

Llegar a las llagas de la humanidad

Desde una sinodalidad auténtica, invitó a superar los peligros de conciencia aislada y autorreferencia para saber llegar a las llagas de la humanidad en la sociedad actual, para saber beber en la copa de los que sufren y para aprender a vivir en la incomodidad de la cruz en la autenticidad, superando las tentaciones que hoy nos atenazan de mundanidad solipsista y de acedia espiritual. Mostró su consciencia y pesar de la distancia que va de la corresponsabilidad comunional de la que habla el Concilio en referencia al verdadero laicado y su misión en la Iglesia y en el mundo, y la realidad que vivimos en la Iglesia actual.

Además, pidió perdón por lo que supone de falta de confianza y atrevimiento en los pastores para llevar a cabo lo que hoy es una necesidad urgente, señalando que el Papa no sólo ha dicho que hay que saber estar delante para guiar, en medio para acompañar, o detrás para cuidar a los últimos, sino que también había que saber seguir al rebaño, porque también el rebaño tiene buen olfato para lo que necesita y busca para su vida.

Misericordia y compasión

Culminó su reflexión con ese elemento prioritario que ha de especificarnos en medio del mundo: saber servir y entregarnos con la marca de nuestro amor gratuito a los que más lo necesitan, por la vía de la misericordia y la compasión. Ahí está el quehacer de este movimiento especializado, según él, el quehacer profesional, social, cultural y político que genera una solidaridad fundante para la construcción del reino, lo que se convierte en verdadero lugar teológico. Así, nuestra Acción Católica en su ambiente será lo que tiene que ser experiencia de Dios en la acción, tocada por el Espíritu, centrada en Jesucristo, construyendo una comunidad incluyente que sabe ya a gloria en medio del dolor y de la esperanza en el mundo.

Todos los participantes sentimos el ánimo y la ilusión que nos transmitía este pastor de la iglesia española, lo que hace evidente la posibilidad de vivir con riqueza la cuarta nota de la Acción Católica en el clima de la confianza y de la corresponsabilidad de un laicado adulto y de unos pastores encarnados. Del mismo modo, pudimos sentirnos agradecidos al descubrir cómo la Acción Católica especializada vive un momento especial para servir y construir esta iglesia que quiere convertirse pastoralmente para vivir su misión de un modo creativo y arriesgado.

Es de agradecer que miembros del episcopado español se sientan parte y acompañantes de esta Acción Católica especializada.

José Moreno Losada. Sacerdote de Badajoz

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