El secretariado de Migraciones de Almería pide la paralización del desalojo del asentamiento Walili en Níjar

En el asentamiento residen varios cientos de personas, sin que el Ayuntamiento de Níjar les haya proporcionado una alternativa habitacional viable

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El próximo lunes está previsto el desalojo y la demolición del asentamiento chabolista de El Walili-Los Nietos, situado en Níjar, el pueblo más pobre de España según el informe de Indicadores Urbanos 2021 del Instituto Nacional de estadística. En el asentamiento residen varios cientos de personas, sin que el Ayuntamiento de Níjar les haya proporcionado una alternativa habitacional viable. El departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española se ha hecho eco del comunicado emitido por el secretariado de Migraciones de la diócesis de Almería, que pide alojamientos dignos para estas personas.



Incertidumbre, tensión, sospecha y miedos

En el comunicado se resalta que “las personas que residen en El Walili viven este proceso con incertidumbre, tensión, sospecha y miedos. Ven amenazado su frágil espacio vital y consideran que no hay una alternativa razonable para ellas. No parece que, a lo largo del proceso, se les haya considerado como sujetos adultos y protagonistas de su historia”. Se añade que “aunque el Ayuntamiento de Níjar ha venido trabajando en esta cuestión desde hace años, se constata falta de claridad en la información, de rigor en las propuestas y de una genuina deliberación pública. A falta de pocos días para la fecha del desalojo, sigue percibiéndose demasiada improvisación”.

Erradicación total del chabolismo

Desde el secretariado se desea también “la erradicación total del chabolismo y de otras formas de infravivienda. Insistimos en que cualquier desalojo deber ir asociado a un realojo digno y razonable. De lo contrario, se estarían violando derechos fundamentales de las personas”.

Por último se solicita “la paralización del desalojo del día 30 de enero, puesto que no se dan las condiciones mínimas para llevarlo a cabo. Consideramos necesario que se abra un proceso de diálogo y mediación entre las partes enfrentadas. Insistimos en la necesidad de claridad en un proceso informado, con deliberación pública y participación de todas las personas interesadas, buscando siempre el bien común y el respeto de los derechos humanos”.

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