Saiz Meneses advierte que para evitar desigualdades, la economía "no puede ser monopolizada por el beneficio"

El arzobispo de Sevilla apela por poner a la persona en el centro de la actividad económica para dar respuesta a las necesidades de los más débiles

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Poner a la persona en el centro, la conversión y la acogida, son los tres aspectos que ha destacadoel arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, para dar respuesta a las crecientes necesidades del mundo de hoy, marcado por la inflación y la crisis económica.

Durante su intervención en el Foro Fundación Cámara de Comercio de Sevilla, Saiz Meneses ha recordado que las mujeres, jóvenes y migrantes son los colectivos más afectados por esta nueva crisis, que comenzó con el estallido de la pandemia. En este sentido, ha lamentado que once de los quince barrios de España con los ingresos más bajos, se encuentran en Andalucía.

Una realidad ante la que el titular de la Iglesia hispalense se plantea si puede revertirse la situación: “La Iglesia no ofrece soluciones técnicas y no pretende inmiscuirse en la política de las administraciones. Ahora bien, tiene una misión que cumplir a favor de una sociedad que se construya a la medida del hombre, de su dignidad, de su libertad y que favorezca su desarrollo integral”, subraya.

"La economía no puede ser monopolizado por el puro rendimiento"

En sus declaraciones en el foro de la Cámara de Comercio de la capital andaluza, José Ángel Saiz Meneses ha manifestado la importancia de que colocar en el centro a la persona, también en el ámbito económico: “El centro de la actividad económica ha de ser ocupado por la persona y la búsqueda del bien común, y no puede ser monopolizado por el puro rendimiento y menos aún por el beneficio. Es preciso que se aprendan las lecciones del siglo XX sobre las malas consecuencias tanto del colectivismo como del capitalismo salvaje. Es urgente que el fundamento ético retorne a la política económica”, ha advertido.

Para que se produzca esta transformación hacia una sociedad más equitativa, el arzobispo de Sevilla ha apelado a la conversión: “Todos y cada uno de los seres humanos están llamados a crecer, a desarrollar los dones recibidos; en primer lugar, orientando la vida hacia Dios, y también desde su pertenencia a la Iglesia y a la humanidad. Estamos llamados a aportar nuestra colaboración al desarrollo de la familia humana haciendo fructificar los talentos y capacidades que Dios nos ha dado, al servicio de los demás, sintiendo muy viva la llamada al desarrollo social”, resumió.

Signos de esperanza

Para conseguir tal fin, el prelado ha ofrecido algunos signos de esperanza que nos permiten pensar que vamos en la dirección correcta, como es “la entrega generosa de tantas personas que a través de muchas iniciativas y obras sociales hacen presente el amor de Dios en Sevilla, y son fermento renovador en nuestra sociedad”.

Asimismo, ha reivindicado el papel de Cáritas en los últimos años para promocionar a la persona a través del empleo y la integración laboral: “Gracias a esa acción, el año 2021 se pudo mejorar la formación de 1.238 personas y la mitad de ellas accedieron a un empleo”.

Para terminar, Saiz Meneses hizo referencia a sus encuentros con los empresarios que “no plantean como objetivo simplemente acumular riqueza, sino crear riqueza, crear empleo y obtener también sus justos beneficios”.

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