El rector del Seminario de Ávila recalca en Roma que “la formación en el sacerdocio debe ser permanente”
Gaspar Hernández, profesor de Teología, participa en el Simposio sobre Teología Internacional y destaca el celibato como una forma de amar

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“La formación permanente debe ser integral y no reducirse a una mera actualización teológica o pastoral”. Con estas palabras se refiere
, sacerdote y profesor de Teología, a la importancia de la formación en el sacerdocio. Del 17 al 19 de febrero ha participado junto al también profesor de Teología en la
, Emilio Justo, en el Simposio Teológico Internacional
, organizado por la
s fundamental en la vida sacerdotal porque, como decía S. Juan Pablo II, si bien hay una vocación
al” sacerdocio que se sella con la ordenación presbiteral, hay una vocación
en” el sacerdocio que hay que renovar día a día para que se vaya traduciendo
existencialmente” lo recibido
sacramentalmente” el día de la ordenación. Ahora bien
. Ha de ser una renovación constante de nuestro
ser” presbíteros en la Iglesia al servicio del mundo”
Iglesia, “comunidad de los llamados”
En la presentación de este encuentro se habló sobre la comunión de las distintas vocaciones de la Iglesia. Para Gaspar Hernández, “la Iglesia – como su propio nombre indica – es la
. Todos los cristianos hemos recibido en el bautismo una llamada o vocación común a la santidad que luego se modula de forma distinta en las diversas vocaciones o realizaciones existenciales del ser cristiano.
De este modo cada una a su modo contribuye a edificar la Iglesia mostrando al mundo el multiforme Rostro de Jesús”.
El celibato es verdaderamente una “forma de amar”
En ECCLESIA hemos entrevistado al Prefecto de la Congregación para el Clero, que ha hablado del celibato. Nos ha explicado que como sacerdote que "mi tarea ahora es toda la humanidad, una familia más grande, esto también es belleza.
. Gaspar Hernández expresa que “para entender esta afirmación del Prefecto es importante darse cuenta de que
que es expresión de la
caridad pastoral”, es decir, del modo de amar propio de Cristo buen pastor, un amor caracterizado por la entrega total, universal y gratuita. Por eso,
. Él debe vivir especialmente también en el amor la invitación del Señor de invitar a la mesa especialmente a los que no pueden
devolverle a cambio” (Lc 14,12-14). Y esto ¡bello amar así porque Jesús amó así!”.