La propuesta de la Iglesia para reducir la carga fiscal: "Delegar en la sociedad y no en el Estado la caridad"

El abogado y miembro del equipo de Apostolado Seglar de la Archidiócesis de Toledo, Nacho Rodríguez, ha detallado qué establece la Doctrina Social de la Iglesia sobre los impuestos

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La fiscalidad española está siendo, una vez más, caballo de batalla en la clase política en los últimos días, después de que el Gobierno de Pedro Sánchez haya anunciado subida de impuestos a las grandes fortunas y menor carga para quienes cobran menos de 21.000 euros.

Un debate que surgió cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, anunciase que su administración eliminaría el impuesto de sucesiones y de patrimonio. Una medida que puso en alerta a otras comunidades gobernadas por el PSOE, que también se está sumando a estos anuncios de rebajar los impuestos.

Ante este debate que tantas pasiones levanta, hemos consultado en ECCLESIA la postura de la Iglesia respecto a este asunto y sobre la conveniencia de abordar este asunto en periodo de crisis económica e inflación.

"La Iglesia no se pronuncia sobre implantar una fiscalidad progresiva a los más ricos"

El abogado y miembro del equipo de Apostolado Seglar de la Archidiócesis de Toledo, Nacho Rodríguez, ha remarcado que a lo largo del pensamiento social de la Iglesia, este debate siempre ha estado encima de la mesa, aunque siempre con el principio básico de que “los impuestos tienen que estar orientados al bien común”, subraya en declaraciones a ECCLESIA.

En este sentido, Rodríguez ha explicado que la Doctrina Social de la Iglesia establece unos impuestos que “tengan eficiencia, contribuyan al crecimiento de la ocupación, a un mayor desarrollo empresarial que dé trabajo a todo el mundo y tener equidad”.

Precisamente esta última cuestión, la equidad, es el objeto de debate a juicio del abogado, y más concretamente sobre la necesidad de implantar un sistema fiscal progresivo, donde pagan un mayor porcentaje quienes más tienen: “El debate es si los impuestos deben ser o no progresivos, que no es solo aplicar a los ricos mayor cantidad a través de un porcentaje, ya que si yo aplico a todos un 10%, los que más tienen pagarán más en términos absolutos. La progresividad fiscal supone aplicar a quienes más tienen un mayor porcentaje, y en esa cuestión la Iglesia no se pronuncia”, asegura.

"La Iglesia defiende el principio de subsidiariedad"

Para Nacho Rodríguez España cuenta con una mastodóntica red pública que provoca la duplicidad entre administraciones. En este sentido, opina que otro debate que se puede plantear es si el Estado debe estar presente en todos los ámbitos, un hecho que la Iglesia no defiende.

“La Doctrina Social de la Iglesia establece el principio de subsidiariedad, donde reconoce la importancia de los organismos intermedios y de la sociedad civil, en el que hasta donde pueda llegar ella para qué va a intervenir el Estado”, ha expresado.

“Si delegamos todo al Estado, la carga impositiva deberá subir y a veces es desproporcionada porque saca de nuestros recursos propios el dinero que nosotros podríamos dedicar a ejercer la caridad por nuestra cuenta a partir de la sociedad civil creando instituciones o fundaciones que ya existen pero por desgracia hemos decidido que financie el Estado también estableciendo conciertos”, ha continuado exponiendo el miembro del Apostolado Seglar de la diócesis toledana.

A la hora de aplicarlo, Nacho Rodríguez ofrece algunas propuestas (a su juicio poco realizables en la sociedad actual) como recuperar el ejercicio del 'diezmo' por el cual se obliga a todos destinar el 10% de sus recursos a la caridad, bien a través de instituciones eclesiales u otras que ejerzan tal fin: “Pero yo no me atrevo a decir si esto tendría que ser una imposición legal o educar a la gente. Desde luego hoy es muy difícil hacerlo porque en una situación como ahora es difícil ejercer la caridad con lo poco que nos queda para sostener a la familia”, ha manifestado.

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