Profesora de Biblia: “A veces la formación de nuestra fe se queda al nivel de la Primera Comunión”

Coincidiendo con el Domingo de la Palabra de Dios, el equipo de ECCLESIA, programa que se emite los fines de semana en TRECE, se ha trasladado hasta una parroquia de Madrid, más en concreto a San Bruno, donde imparten unos cursos de Biblia que pretenden poner, precisamente, la Palabra de Dios, en el centro de la vida cristiana.

Inmaculada Rodríguez Torné es profesora de este curso, que imparte desde hace tiempo en la parroquia. “Sirve para saber cómo tenemos la fe enraizada y donde la tenemos enraizada, porque es fundamental conocer el contexto en el que nació Jesús, las Sagradas Escrituras o el Antiguo Testamento” cuenta Inmaculada, que además se ha encontrado con una muy buena acogida del curso por parte de los laicos que participan, quienes “lo hacen porque quieren, no tienen ninguna obligación ni sacan ningún título académico”. Incluso la profesora se ha encontrado con personas no creyentes a los que “les llaman la atención cosas de la Biblia o vienen porque han escuchado algo tipo ‘Cuarto Milenio’, numerología o la propia historia del pueblo de Israel”.

Crecer a nivel personal

A pesar de esa buena acogida, Inmaculada advierte también una falta de formación por parte de muchos cristianos: “es preocupante que los cristianos tengamos unas nociones tan pequeñas”. “Hemos crecido a lo mejor nivel personal -sigue contando la biblista- pero la formación de nuestra fe se queda al nivel de la primera comunión”, una visión que comparte también Mari Carmen, coordinadora de los cursos de la parroquia San Bruno, quien asegura que “todos los cristianos deberíamos formarnos en Biblia y en general en todos los conocimientos de nuestra religión, porque andamos bastante escasos”.

Una nueva forma de ver la vida

Son muchos los testimonios de personas a los que este tipo de cursos les han ayudado en su vida de fe. Empezando por Teresa, alumna de Inmaculada, que encuentra “muchos pasajes que crees que entiendes desde siempre, pero una palabra, una etimología, una costumbre del pueblo judío te dan otra perspectiva de cómo entender ese pasaje”, y siguiendo por Isabel, que encontró en el estudio de la Biblia no solo una fuente de formación y de conocimiento puramente teórico, sino una “nueva forma de ver la vida cuando te quedas viuda, cuando tus hijos se van de casa y te quedas sola...es una diferencia abismal”.