El periodista y sacerdote, Manuel de Unciti, ya tiene su placa de honor en la antigua residencia ‘Azorín’
El presidente de la Asociación que lleva el nombre del periodista indicó en el acto que "Manolo fue un pozo de sabiduría que nunca dejaba de llenar, con una personalidad expansiva"
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El sacerdote, periodista y misionero, Manuel de Unciti y Ayerdi, cuenta desde este miércoles con una placa conmemorativa en Chamartín, donde en la segunda mitad del siglo XX, fundó laResidencia de Estudiantes Azorín, referente del periodismo español en la que se formaron destacados profesionales de la prensa de la actualidad.
En el acto se descubrió la placa homenaje que se ha instalado en la fachada del edificio y en la que se puede leer: "Aquí tuvo su sede la Residencia Universitaria de Periodistas Azorín, fundada y dirigida por Manuel de Unciti y Ayerdi (1931-2014), sacerdote, periodista y misionero. Su magisterio inspiró a cientos de profesionales de la información bajo la divisa “La verdad, aunque duela”"
Pedro Ontoso, presidente de la Asociación Manuel de Unciti, indicó que “Manolo fue el maestro y el padre. El profesor en unos años fundamentales para nuestra formación. Era un pozo de sabiduría, que nunca dejaba de llenar. Tenía una personalidad expansiva y una jovialidad contagiosa. Manolo era un hombre de acción, pero tambien de reflexión. Nos educó en el humanismo cristiano desde una teología abierta, una teología en vaqueros, y nos entrenó para servir a la verdad”.
Sobre Manuel de Unciti
Manuel de Unciti dedicó parte de su vida sacerdotal al periodismo y a la formación de periodistas. Trabajó en la institución Obras Misionales Pontificia, de la que fue secretario nacional y donde escribió en las revistas Iluminare y Pueblos del Tercer Mundo, de la que fue director. Además, fue el responsable también de la página religiosa de Diario Ya de Madrid y colaboró en el programa de la COPE La Linterna de la Iglesia.
Pero la auténtica pasión de Unciti fue la residencia "Azorín", de la que fue fundador y director, y a la que dedicó tiempo, esfuerzo y dinero durante más de 40 años. Muchos de aquellos periodistas desarrollan hoy su labor en decenas de cabeceras de la prensa escrita, de la radio y de la televisión.
