Omella: La labor de los auxiliares de enfermería, "necesaria e importante"

El cardenal arzobispo de Barcelona agradece su trabajo "en esta época en que la pandemia sigue haciendo estragos"

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Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, dedica su tuit de este jueves a agradecer la labor de los auxiliares de enfermería, "en esta época en que la pandemia sigue haciendo estragos". En su Día Internacional, el también presidente de la Conferencia Episcopal Española, asegura que "su labor es tan necesaria e importante como la del resto del personal sanitario". Por eso, invita a rezar por ellos.

¿Cuál es su labor?

Todos los conocemos pero ¿qué hacen los auxiliares de enfermería? Además de asistir a médicos y enfermeros, intervienen en su proceso de ingreso, hospitalización y recuperación. Lo importante son las capacidades y valores que requieren: vocación de servicio, responsabilidad y compromiso, habilidades comunicativas, capacidad de trabajo en equipo, manejo del estrés, paciencia y disposición en la atención de pacientes y residentes.

San Camilo de Lelis

Precisamente en este día la Iglesia celebra la fiesta de san Camilo de Lelis, patrón de los enfermos y del personal hospitalario. Nació el 25 de mayo de 1550 en Buquiánico (en la región de los Abruzos, Italia). Cuenta la historia que su madre era sexagenaria cuando dio a luz a Camilo y que "fue un adolescente rebelde y apasionado de los juegos de azar, situación que le genero graves contratiempos". Hijo de un militar, Juan de Lelis, elige esa misma profesión. Se enroló en el ejército veneciano para luchar contra los turcos pero pronto contrajo una enfermedad en la pierna que le hizo sufrir toda su vida. En 1571 ingresó como paciente en el Hospital Santiago de los Incurables en Roma donde más tarde trabajó como criado. Nueve meses después fue despedido a causa de su temperamento revoltoso y por su adicción al juego.

En 1574 apostó en las calles de Nápoles sus ahorros, sus armas, todo lo que poseía y perdió hasta la camisa que llevaba puesta. Solo y en la miseria medita entre mendigar o robar para vivir. Finalmente, gracias a las enseñanzas maternas, decide pedir limosna.

Es invitado por el administrador de los Capuchinos de la ciudad a trabajar en el convento de los frailes que se estaban construyendo en Manfredonia. Una reflexión espiritual del guardián del convento lo llevó a una profunda conversión. Camilo cayó de rodillas, pidió perdón de sus pecados con muchas lágrimas y se encomendó a la misericordia de Dios.

La conversión tuvo lugar en 1575 cuando Camilo tenía 25 años. Desde entonces comenzó una nueva vida de penitencia y completa sumisión a Jesucristo. Solicitó ingresar en los capuchinos e inició el noviciado. Una enfermedad de su pierna impidió su profesión y regresó al Hospital de Santiago en Roma donde se consagró al cuidado de los enfermos.

Sacerdote

A los 30 años decide hacerse sacerdote e ingresa en el Colegio Romano (ahora Universidad Gregoriana) para iniciar estudios eclesiásticos. A pesar de la burla de sus jóvenes compañeros, que le discriminaban porque le encontraron demasiado viejo para decidirse por el sacerdocio, se ordena sacerdote el 26 de mayo de 1584. Camilo trataba a cada enfermo como si estuviera ante el mismo Jesús. Con sus mejores colaboradores fundó la Orden de los Ministros de los Enfermos (Religiosos Camilos) el 8 de diciembre de 1591. Murió en Roma, el 14 de julio de 1614, a la edad de 64 años. Fue beatificado en 1742 en Roma por Benedicto XIV, y canonizado el 29 de junio de 1746 en Roma por Benedicto XIV. En 1886, León XIII declaró a San Camilo, juntamente con San Juan de Dios, protectores de todos los enfermos y hospitales del mundo católico; patrono universal de los enfermos, de los hospitales y del personal hospitalario.

Camilo buscó tratar a los enfermos "con misericordia» en todas sus necesidades (cuerpo y alma). El enfermero debía tener el afecto de una madre amorosa hacia su hijo («el corazón en las manos»): tener caridad, afabilidad, amabilidad, respeto, comprensión, desinterés.

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