El mensaje de la pastoral de salud en la Jornada Mundial del Enfermo: "La muerte sin vida eterna es un drama"

TRECE ha entrevistado al delegado episcopal de la Salud, José Luis Méndez, y ha subrayado que en el acompañamiento es necesaria la formación "para aprender a escuchar"

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Con motivo de la Jornada Mundial del Enferno, celebrada este jueves, 11 de febrero, con el lema 'Cuidémonos mutuamente', el Informativo Diocesano de TRECE ha entrevistado al delegado episcopal de la Salud, José Luis Méndez. "Que yo me cuide de no contagiarme significa que estoy cuidando a las personas que están en mi entorno", ha asegurado.

El delegado ha subrayado la importancia de cuidar a los cuidadores, "ahora de manera especial" debido a su nivel de cansancio, agotamiento, desánimo y el riesgo de contagios al que se enfrentan cada día. El pasado noviembre se celebró un funeral en la catedral de la Almudena por los medicos fallecidos, donde se leyó "nombre por nombre" el de cada uno de ellos. José Luis Méndez ha reconocido que se le ponía la piel de gallina, y eso "sin contar las enfermeras que seguramente serán tantas o más".

Como ha destacado la Archidiócesis de Madrid, frente a la desesperanza que puede aparecer porque "no vemos el fin de esta situación" es muy importante, y aquí el delegado ha hechos suyas las palabras del Papa, "volver nuestra mirada a Cristo y buscar esa referencia de la esperanza sobrenatural; si no, nos venimos abajo cada día con las cifras". En este sentido, ha aconsejado también evitar la sobreexposición a la información para no tener un "mayor sentimiento de tristeza".



Confianza con el enfermo

Tomar muy en serio el sufrimiento del otro es el punto de partida en la relación de confianza con el enfermo: "Es hacer mío ese sufrimiento de tal modo que ya sea un sufrimiento compartido". Como decía San Pablo, "llorar con los que lloran, reír con los que ríen". Porque acompañar a alguien, ha asegurado Méndez, no es estar a su lado, sino que descubra "que mi vida se ve afectada por cómo estás".

En el acompañamiento es necesaria la formación "para aprender a escuchar", para poder "manejar cuestiones bioéticas a veces complejas", para "saber cómo preparar a una persona que tiene la muerte cercana" sin miedo a "hablar de la vida eterna". "La muerte sin vida eterna es un drama", ha aseverado.

Como ha explicado el delegado, este tiempo de pandemia se está viviendo desde la pastoral de la salud "con un agradecimiento enorme a las capellanías de los hospitales". A Méndez le conmueve por dentro lo "heroico" de muchos capellanes que están doblando guardias y arriesgando sus propias vidas. También, aquél que a él mismo le llevaba la Comunión en el hospital cuando estuvo ingresado por coronavirus. Y, además, ha agradecido a los voluntarios que están visitando a los enfermos, al no ser algo fácil en estos tiempos de pandemia.

Acompañar en el duelo

Este jueves, 11 de febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes, se celebra la Jornada Mundial del Enfermo. Este año el lema es “Cuidémonos mutuamente” y se inspira en el pasaje evangélico en el que Jesús critica la hipocresía de quienes dicen, pero no hacen (cf. Mt 23,1-12) “La relación de confianza, fundamento del cuidado del enfermo“. Cuando la fe se limita solo a palabras, sin involucrarse en la historia y las necesidades del prójimo, la coherencia entre el credo profesado y la vida real se debilita. La Delegación Episcopal de la Salud ha puesto en marcha el curso 'Acompañar el duelo en tiempos de covid', que arrancará este viernes, 12 de febrero, a las 18:30 horas, y se puede seguir de forma online.

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