El mensaje de Mons. Argüello tras la aprobación de la ley de eutanasia: "Es dramático"

El Secretario General de la CEE lamenta que se haya apostado por evitar el sufrimiento provocando la muerte de quien sufre, y anima a los fieles a promover la "cultura de la vida"

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El pleno Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves, con 198 votos a favor, 142 en contra y dos abstenciones, las enmiendas acordadas la semana pasada en la Comisión de Justicia del Senado a la ley que regula la eutanasia.

Una vez la Cámara Baja ha aprobado la norma, entrará en vigor en un plazo de tres meses. Durante su tramitación en el Congreso y en el Senado, la Conferencia Episcopal Española y las diócesis se han movilizado contra su aprobación, al considerar que se trata de una ley que ha salido adelante sin diálogo ni consenso, además de atentar contra la dignidad humana.

Desde un primer momento, el episcopado siempre ha apostado por impulsar los cuidados paliativos, cuyo presupuesto es muy escaso respecto a otros países de nuestro entorno. Tanto es así que tan solo el 40% de los pacientes que precisan de estos cuidados, lo reciben en nuestro país.

El Secretario General del episcopado, Mons. Luis Argüello, ha emitido un mensaje donde afirma que la aprobación de esta ley es una mala noticia: “Desgraciadamente, se ha buscado la solución de evitar el sufrimiento provocando la muerte de quien sufre. Es dramático que en España 60.000 personas cada año mueran con sufrimiento pudiéndose remediar con una política adecuada de cuidados paliativos”, sostiene el también obispo auxiliar de Valladolid.

El portavoz de los obispos considera que vivimos un momento en el que se debe promover la cultura de la vida y dar pasos concretos, “promoviendo un testamento vital o de declaraciones anticipadas que haga posible que los ciudadanos españoles manifiesten de manera clara y determinada su deseo de recibir cuidados paliativos y no ser objeto de la aplicación de esta ley de eutanasia”.

Además, Mons. Argüello, apunta que es momento de promover “la objeción de conciencia y para promover todo aquello que tenga que ver con la cultura de la vida que quiere tener una línea roja diciendo con fuerza no matarás, no provocarás de manera decidida la muerte para aliviar el sufrimiento”.

Una mentalidad que, a juicio del Secretario General del organismo episcopal, debe ser la contraria, en favor de “la ternura, la cercanía, la misericordia, el ánimo o la esperanza para aquellas personas que se encuentran en el tramo final de su existencia, quizás en momentos de sufrimiento que necesitan consuelo, cuidados y esperanza”, ha remarcado.

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