Irene Arrimadas, de Escuelas Católicas: “La clase de Religión cuenta con el mensaje más potente del mundo”

La directora del Departamento de Innovación Pedagógica expone que "cuanto más partícipe hagamos al alumnado en su aprendizaje mayor será la implicación"

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Irene Arrimadas, directora del Departamento de Innovación Pedagógica de Escuelas Católicas y directora de Educadores, ha atendido a ECCLESIA tras realizar su ponencia titulada ‘Cómo diseñar situaciones de aprendizaje en el nuevo contexto escolar’, en una experiencia formativa organizada por la Delegación Episcopal de Enseñanza de Madrid en colaboración con el Colegio Profesional de la Educación.

Arrimadas explica que en el aprendizaje de hoy en día han cambiado muchas cosas. Afirma que “han cambiado las necesidades que realmente tienen nuestros alumnos para responder a los retos que nos está planteando esta sociedad en el presente y en el futuro. Nuestros alumnos han cambiado muchísimo. Son alumnos también con otros intereses, otras motivaciones y otras necesidades que tenemos que responder desde desde la escuela. Muchas veces esta respuesta que se está dando desde la escuela no es la más ajustada a lo que necesitan nuestros alumnos y a lo que necesita también nuestra sociedad. Tenemos que saber aglutinar todo eso y conseguir que la escuela responda a todas las necesidades”.


Importancia de trabajar en grupo para los alumnos

Al ser cuestionada por cómo afecta a los alumnos la tendencia de una sociedad cada vez más individualista indica que “la pandemia ha sido un momento en el cual los alumnos se han visto muy solos, en un momento en el cual también han visto que por medio de las pantallas podían conseguir algunas de las respuestas que estaban buscando. Al final yo creo que no les llena. Ahora ha vuelto una necesidad de trabajar, de estar con otros, de buscar respuestas juntos y de compartir esos valores. Desde la escuela tenemos que darles metodologías que les posibilitan trabajar con otros, como por ejemplo el aprendizaje cooperativo o trabajar en proyectos que realmente les entusiasmen y les motiven. No es solo trabajar en estudiar para conocer o aprender contenidos, sino cómo esos contenidos les sirven para responder a problemas y para responder a retos ahora mismo en el mundo laboral”.

La directora expone que “la clase de religión cuenta con una ventaja increíble y es que el mensaje es el más potente del del mundo. Es el mensaje, es la trascendencia, el ejemplo de Jesús. Creo que no hay un mensaje tan potente como la resurrección. Hay muchísima esperanza en ese mensaje. El tema es que muchas veces ese mensaje no lo difundimos, no lo enseñamos o no lo transmitimos de la manera que conecte con nuestros alumnos y esto es en parte por la metodología”.

Trabajar las metodologías para llegar a los alumnos

“En nuestra experiencia formativa estuvimos trabajando con más de 100 profesores de Religión de la Comunidad de Madrid. Precisamente lo que queríamos trabajar eran las propuestas metodológicas. Necesitamos metodologías que realmente conecten con los intereses, conecten con la motivación, conecten también con las distintas necesidades de nuestros alumnos para que puedan adaptarse a distintos contextos”.

Por último ofrece que “las metodologías realmente pasan por generar lo que se llama una nueva arquitectura curricular. Son las situaciones de aprendizaje, es decir, generar un conjunto de tareas y actividades que estén más relacionadas con lo que realmente le interesa al alumno, para que le haga participe de ese aprendizaje y que además le lleve por medio de un aprendizaje cooperativo, de rutinas y destrezas de pensamiento, a través también de una serie de retos que se pueden programar. Cuanto más partícipe hagamos al alumnado en su aprendizaje por medio de proyectos, por medio de tareas competenciales, mayor será la implicación y mayor será la motivación”.

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