La Iglesia de Málaga rechaza la devolución en masa de migrantes en Melilla

Cáritas y la diócesis exigen que se cumplan los protocolos de protección internacional antes de repatriar a los casi 900 subsaharianos que en estos días atravesaron las vallas

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Este jueves la Delegación Diocesana de Migraciones de Málaga y Melilla y Cáritas Diocesana de Málaga han manifestado conjuntamente que “como cristianos no podemos mirar para otro lado”. Se refieren a los miles de africanos que huyendo de “las guerras, la miseria y la violencia”, se apostaron ante las vallas que dividen la frontera entre Marruecos y España, para alcanzar Melilla. Ayer miércoles, lo lograron 491 personas, hoy jueves, 350 más, de los casi 2500 migrantes que intentaron saltar el muro desde Marruecos, exasperados, agotados, sufrientes. De esta forma, la Iglesia de Málaga rechaza la devolución en masa de migrantes en Melilla.

“Debemos esforzarnos en conocer la realidad de la que vienen huyendo: 70 guerras tenemos olvidadas, pero están ahí. La situación en muchos países es verdaderamente preocupante”, se lee en el comunicado.

Violencia de las políticas migratorias

Además, las instituciones diocesanas expresan el dolor ante “el sufrimiento de estas personas” que arriesgando sus vidas lograron surcar la frontera y que corren el riesgo de ser devueltas en masa a sus países, “sin el debido procedimiento”, una acción contraria a “los derechos humanos, pues impide la protección internacional de refugiados y atenta contra la dignidad de toda persona”.

“Esta violencia es una muestra más de la falta de humanidad en nuestras políticas migratorias”, afirman, recordando que la Iglesia de Melilla, “siempre atenta a estos movimientos migratorios”, continúa ofreciendo programas de acogida y acompañamiento y está siempre alerta para denunciar estos episodios que “por desgracia se repiten periódicamente”.

“Cáritas de Melilla, junto con las congregaciones religiosas de la Ciudad Autónoma -recalca el comunicado-, dentro de sus posibilidades, son una respuesta solidaria ante estos desgraciados eventos migratorios que generan tanta injusticia y sufrimiento”.

Todas las guerras merecen atención y solidaridad

Pero el comunicado conjunto va más allá resaltando que “Ucrania, Mali, Guinea…” son todos países que “necesitan y merecen”, solidaridad y protección: “Nuestra disponibilidad de acogida no puede hacer excepción de personas”.

Por último, subrayan que todos están llamados a socorrer a los migrantes poniendo todos los recursos y medios a su alcance. Recuerda, además que “el buen samaritano no solo protegió al desvalido y curó sus heridas, sino que procuró su cuidado estableciendo "redes de colaboración”. Una invitación a “trabajar por la paz, que es inseparable de la justicia y la caridad”.


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