El Hogar Social y Juvenil HOSOJUL (Ciudad de la Esperanza) de Valencia, al borde del cierre

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Por Antonio DIAZ TORTAJADA, sacerdote-periodista

Los impagos de las instituciones autonómicas, aunque afecte a los más débiles, ya no es noticia, es la salmódica realidad. Ahora aparece la situación complicada la del Hogar Social Juvenil (HOSOJU), Ciudad de la Esperanza ubicada en la ciudad de Aldaya. La voz de alerta la ha dado el fundador el padre Fernando Giacomucci Melodini.

"Antes que tratar mal a la gente profiero cerrar HOSOJU; la situación es crítica, y está al borde del cierre por la falta de recursos económicos", ha manifestado su fundador.

"Ahora, añade, ya no puedo pagar a los psicólogos, asistentes sociales y monitores del centro en el que actualmente residen 160 personas, de las que un centenar son disminuidos psíquicos"

El padre Fernando Giacomucci nació en 1933 en la localidad italiana de Scerni en el centro del país llegó a España en 1951 con el espíritu del fundador beato Mañanet de la Congregación Hijos de la Sagrada Familia para completar el noviciado. Su primer destino fue la localidad barcelonesa de Begas, donde tiene su sede la congregación. En 1955 se trasladó a Valencia, donde recibió la ordenación sacerdotal en 1957. Fue director de la Casa de la Misericordia en Valencia de 1964 a 1969. De allí le viene la idea de crear HOSOJU, porque se dio cuenta de que hacía falta un centro que acogiera a jóvenes, y luego, también, a personas de más edad que aún no habían podido integrarse en la sociedad.

Fundó el Hogar Social Juvenil (HOSOJU) en 1969 en un piso de 110 metros cuadrados de la calle Convento Jerusalén de la capital valenciana en el que vivían siete jóvenes que al poco tiempo eran ya 25.

Gracias a los donativos de empresas y particulares valencianos, el centro fue trasladado a un edificio del barrio de la Luz de Chirivella, cuyo solar fue adquirido en 1970. Y en 1988 se consiguen, gracias al trabajo de la Asociación Pro-Hogar Social Juvenil, unos terrenos en Aldaya, con la pretensión de salvar la situación laboral y económica. Finalmente, en 1995, el centro queda ubicado definitivamente en esta localidad.

El sacerdote asegura que "he agotado para mantener HOSOJU, incluso, todo lo que había estado ahorrando para construir un centro para mujeres maltratadas", y afirma que desde que llegó a España en 1951 "nunca había visto algo igual".

El padre Giacomucci ha explicado que ha vendido la flota de autobuses y otros bienes para recuperar fondos pero ha llegado a una situación límite. Necesita la institución 110.000 euros que le corresponden de subvenciones públicas para pagar a los trabajadores

Actualmente hay 160 personas en el Hogar Social Juvenil. Unos, extranjeros y españoles, pagan 150 euros al mes en concepto de vivienda y comida, otros trabajan en los talleres del centro donde se han rehabilitado más de 3000 personas marginadas desde su apertura en 1995, muchos de ellos expresidiarios y toxicómanos.

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