La historia de Sekene, migrante de Mali que llegó en patera a Canarias: "No pensé que iba a sobrevivir"

La Fundación Merced Migraciones acogió a este joven que llegó a la costa canaria en 2021. Ahora, se forma cada día para encontrar un empleo. En ECCLESIA conocemos su testimonio

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Sekene llegó a España procedente de Mali, su país de origen, el 22 de febrero de 2021. Antes de llegar a Canarias en barca tras cinco días de travesía, recorrió durante dos meses el desierto africano para conseguir embarcar en Mauritania. Su historia es la de miles de personas que abandonan su tierra huyendo de la pobreza, las guerras o las persecuciones.

En su caso, llegó en patera a la costa canaria tras cinco días en el bote sin comer ni beber. Como el propio Sekene nos ha revelado en ECCLESIA, nunca pensó que llegaría con vida: “La verdad que no pensé que iba a sobrevivir”, expresaba en un Castellano que aún no domina del todo.

Una vez que pisaron suelo español, tanto Sekene como sus compañeros de 'viaje' fueron acogidos en un primer momento por Cruz Roja, cuyos voluntarios les proporcionaron comida y atención médica tras un ejercicio de supervivencia extremo.

Fundación Merced Migraciones, el pasaporte de Sekene para adaptarse a nuestro país

Días más tarde, fueron trasladados a Madrid, donde Sekene fue acogido por la Fundación Merced Migraciones, que desde hace más de tres décadas trabaja por la protección y la promoción de la inclusión de personas migrantes y refugiadas en situación de vulnerabilidad.

Durante este año y medio, la entidad católica ha facilitado atención psicológica, asistencial o de formación a este joven migrante de Mali. Poco a poco va dominando el idioma, lo que le permitirá progresar: “Me ayudan en muchas cosas. Cuando llegué no entendía nada de español. Llevo siete meses dando clases”, ha detallado.

Su inserción en el mercado laboral es una de las prioridades de La Merced Migraciones y de los migrantes que llaman a su puerta. Sekene está formándose en cursos de limpieza y de fontanería, esta última ocupación a la que se quiere dedicar en el futuro, ha precisado en ECCLESIA.

"En Mali vivía con animales y no iba a la escuela"

No obstante, Sekene aún no puede acceder a un empleo ya que no tiene los papeles en regla. Dispone de la tarjeta roja, que es el documento provisional que permite que un extranjero procedente de un país en conflicto, desastre natural o en situación desastrosa pueda quedarse en España mientras espera que se resuelva su situación.

Una vez que obtenga los permisos, Sekene espera poder acceder a un trabajo que le permita dejar atrás su pesadilla que comenzó en Mali, donde se sentía maltradado por el tío de su padre y su abuelo, con quienes convivía en ausencia de sus padres, que se encontraban fuera de la ciudad en la que residían: “Vivía con los animales, no iba a la escuela. No tenía a nadie”, cuenta.

Actualmente, apenas tiene relación con su familia, tan solo con su madre y hermano. Se muestra muy agradecido a la Fundación La Merced Migraciones, y es optimista de cara al futuro. Incluso ha rechazado la posibilidad de trasladarse a Francia, donde también tiene familia: “Me gusta España”, afirma con seguridad.

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