La fundación española que viste a los misioneros por el mundo: "Coser para celebrar Misa"
Un grupo de voluntarias de una parroquia de Pozuelo de Alarcón confecciona a mano cientos de casullas y estolas para dignificar la labor de la Iglesia en territorios de misión

Madrid - Publicado el - Actualizado
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La fundación Hilvanes Solidarios, nacida en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Pozuelo de Alarcón (Madrid), tiene un objetivo claro: confeccionar ropa litúrgica para los misioneros de todo el mundo. Este grupo de trabajo, que ya ha donado más de 200 casullas y otros complementos a las Obras Misionales Pontificias, mantiene una producción anual de unas setenta piezas.
De no saber coser a un taller solidario
Todo comenzó hace once años por iniciativa del párroco. Paquita García, una de las voluntarias, recuerda con humor su desconocimiento inicial: "Yo de coser muy poco". La respuesta del sacerdote fue directa: "Pues aprendes". Así, un grupo de mujeres se reunió en la parroquia, deshizo una casulla para entender el patrón y, con la ayuda de una integrante que sí sabía coser, pusieron en marcha el taller.
Es que tú sabes lo bonito que es que lo que hacemos es para dar misa"
Voluntaria Fundación Hilvanes solidarios
El proceso de confección
El trabajo comienza los lunes, cuando las voluntarias se juntan en la parroquia para cortar las telas, que compran en rollos de hasta 60 metros, y preparar cada pieza. Para una sola casulla se necesitan más de tres metros de tela. Una vez preparado, cada una se lleva un "paquete" con los deberes a casa para continuar la labor en sus propias máquinas de coser.
Este método les permite compaginar el voluntariado con sus vidas familiares y laborales, ya que, como explica Paquita, la confección "lleva muchas horas". La satisfacción llega al ver el resultado. "Luego, cuando nos mandan muchas fotos de todo el mundo y los ves a ellos tan guapos con sus casullas, dando misa, y entonces, hacemos talla única", comenta.
Luego, cuando nos mandan muchas fotos de todo el mundo y los ves a ellos tan guapos con sus casullas, dando misa"
Voluntaria Fundación Hilvanes solidarios
Cada uno aporta lo que puede
La fundación funciona gracias a que "cada uno aportamos lo que podemos". No solo están las costureras; José Luis, el vicepresidente, se encarga de transportar los pesados rollos de tela. Otras personas colaboran en la recaudación de fondos, como Marisa, que encuaderna libros, o un marido que para su cumpleaños pidió donaciones en lugar de regalos.
Para las voluntarias, esta labor es una forma de participar en la evangelización y dignificar la liturgia de los misioneros. La principal motivación, según Paquita, trasciende las horas de trabajo: "¿Es que tú sabes lo bonito que es que lo que hacemos es para dar misa?". Quienes deseen colaborar con esta iniciativa pueden hacerlo a través de donaciones a su cuenta bancaria.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.





