Cristina Caravello, voluntaria de VOLPA: “Es una experiencia muy enriquecedora”

VOLPA significa Voluntariado Pedro Arrupe y es el programa de voluntariado internacional de larga duración que se promueve desde Entreculturas y ALBOAN con el objetivo de crear una nueva cultura basada en la justicia y la solidaridad. Desde su creación en 1991 han participado más de 1.000 voluntarios y voluntarias.

Uno de los principales propósitos de este programa es crear caminos de encuentro a través de la cercanía personal entre pueblos y personas, fomentar un compromiso vital en las personas voluntarias para que se conviertan en agentes de cambio y transformación social.

Cristina Caravello realizó este voluntariado hace 7 años y repasa en ECCLESIA cómo fue su vivencia. Es italiana y llegó a España con 14 años. Nos cuenta que “por su vocación de docente, el derecho a la educación siempre ha sido un tema que me ha removido”. A los 18 años leyó un libro que a la postre sería muy importante en su vida, ‘Carta a una Maestra’.

“Cuando hice el master pedí en estar en un aula en el que los alumnos extranjeros llegados a España podían pasar nueve meses, aprender el idioma y poco a poco aprender en sus clases. Estando en ese aula me removió ese tema y pensé en cómo tiene que ser estar aquí sin tener un apoyo. Al final yo vine con mis padres y era una privilegiada pero estos alumnos muchas veces era la primera vez que compartían su vida con otra gente”.

Caravello expone que quería ponerse en la piel de esta gente antes de iniciar su etapa laboral. “Quería vivir una experiencia de encuentro de inserción en la comunidad y entender un poco mejor ciertas dinámicas que ocurren en el mundo. Decidí apuntarme a VOLPA e hice la formación. Después estuve como un año en Kenia en un barrio de chabolas que se llama Kangemi. Mi hermana también estuvo como cooperante en África unos años y había escuchado muchos testimonios porque estudié en un colegio salesiano. Mi familia siempre ha sido sensible al tema de la cooperación y el voluntariado”.

Sobre la población de Kangemi afirma que “son una sociedad muy acogedora, hasta cierto punto, porque luego no dejas de ser una persona que llega allí en un contexto completamente distinto al suyo. Fueron súper acogedores, especialmente los jesuitas. Actualmente por Facebook y WhatsApp suelo tener contacto con las personas con las que coincidí allí. No es un contacto diario pero varias veces al año sí que nos ponemos en contacto para ver qué tal va todo. Al final fue una experiencia muy enriquecedora”.

Más de 600 personas diversas en edad, experiencia y formación desarrollan su compromiso participando en nuestros equipos tanto en la sede central de Madrid como en alguna de las 27 ciudades españolas en las que estamos presentes. Los voluntarios y voluntarias colaboran con los programas vinculados a América Latina y África, se forman, participan en campañas y actividades solidarias, realizan acciones de sensibilización y movilización para hacer llegar el mensaje a la ciudadanía e incidir en la sociedad y las instituciones. En septiembre se abrirá el proceso de selección y para poder inscribirse es necesario enviar un correo electrónico a voluntariado@entreculturas.org.