Cardenal Omella: "Miles de inocentes siguen muriendo hoy por la guerra, hambre y migraciones"
Existen gran cantidad de inocentes perseguidos, cuyos dolores nos resultan incomprensibles, atroces, injustos y, sobre todo, inmerecidos
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"Recordemos que miles de inocentes siguen muriendo en el mundo por culpa del hambre, guerras o migraciones". Con estas palabras, el cardenal Juan José Omella, persidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, ha querido recordar a la gran cantidad de inocentes perseguidos, o desatendidos, cuyos dolores nos resultan incomprensibles, atroces, injustos y, sobre todo, inmerecidos.
Tales como el hecho encontrarse en situación de desamparo, de violencia doméstica, de acoso escolar y otras violencias a niños, de extrema pobreza, viviendo fuera de su ambiente, o en la misma calle, los cristianos y otros grupos religiosos humillados y martirizados por su fe, los obligados a emigrar o escapar.
En el #DíadelosSantosInocentes, que conmemora la matanza ordenada por Herodes de los menores de dos años nacidos en Belén, recordemos que miles de inocentes siguen muriendo en el mundo por culpa del hambre, guerras o migraciones.
— Card. Juan José Omella (@OmellaCardenal) December 28, 2022
152 millones de niños obligados a trabajar
Pero hoy, como en el pasado, los Herodes siguen siendo muchos y muchas también las armas que utilizan para destruir la inocencia de los niños: basta decir que, según el último informe de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), publicado en marzo de 2022, todavía hay 152 millones de niños y adolescentes -64 millones son niñas y 88 millones son niños- que son víctimas del trabajo infantil. La mitad de ellos, 73 millones, se ven obligados a realizar trabajos peligrosos que ponen en peligro su salud, seguridad y desarrollo moral.
Muchos de ellos viven en contextos de guerra y catástrofes naturales donde luchan por sobrevivir, rebuscando entre los escombros o trabajando en las calles. Otros son reclutados como niños soldados para luchar en guerras libradas por adultos.
El recurso de la oración
Pero, ¿hay una respuesta a todo esto, a "la tragedia del asesinato de seres humanos indefensos, al horror del poder que desprecia y suprime la vida"? La oración es ciertamente un recurso, como explicó el propio Papa Francisco en la Audiencia General del 4 de enero de 2017: "Cuando alguien se acerca a mí y me hace preguntas difíciles, por ejemplo: 'Dígame, Padre: ¿por qué sufren los niños?', realmente no sé qué responder -explicó-, solo digo: 'Mira el Crucifijo: Dios nos dio a su Hijo, sufrió, y quizás allí encuentres una respuesta'. (...) Sólo mirando el amor de Dios que da a su Hijo, que ofrece su vida por nosotros, puede indicar algún camino de consuelo; su Palabra es definitivamente una palabra de consuelo, porque nace del llanto".