El canónigo archivero de la catedral de Tui: “Cada día que vengo descubro algo nuevo”

Tras más de 30 años trabajando en el templo, Avelino Bouzón detalla las principales celebraciones con motivo del (casi) 800 años de la seo

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“Cada día que vengo, descubro algo nuevo: Un detalle en un cuadro, en una de las piedras de la catedral… ¡son muchos años!”. Y es que, este sacerdote diocesano de Tui Vigo es desde hace más de 30 años canónigo-archivero de la catedral de Tui. Avelino Bouzón es sacerdote diocesano y licenciado en Historia Eclesiástica, Diplomado en Arquivístiva y Biblioteconomía y canónigo-archivero de la catedral de Tui hace más de tres décadas. Además, es párroco de San Bartolomeu de Rebordáns.

Este miércoles 30 de noviembre la catedral de Tui cumple 797 años de su dedicación, pues en 1225, ese mismo día de la fiesta de san Andrés apóstol, el obispo Esteban Egea presidió la solemne celebración litúrgica de la consagración del mencionado templo catedralicio. “El prelado Egea estableció que se perpetuase la conmemoración anual de la dedicación el primero de diciembre, para respetar el día dedicado a la memoria del apóstol martirizado en la cruz en forma de aspa”, explica a ECCLESIA el sacerdote.


Los 797 años de la catedral suponen un magnífico legado

Entre otras celebraciones, jueves 1 de diciembre, el obispo Luis Quinteiro Fiuza presidirá la Misa concelebrada por el clero diocesano para conmemorar este año la dedicación al culto del templo. “Los 797 años de la catedral suponen un magnífico legado de bienes materiales, culturales y espirituales. Ciertamente, esta labor transformadora y de verdadero progreso no ha estado exenta de algunos sobresaltos y desmanes, unas veces producidos por infortunios naturales y otras veces causados por la incuria humana; pero la noble función del templo catedralicio ha sobrevivido a todos esos embates”.

La catedral es la "Iglesia madre", explica el caónigo. “El obispo, sucesor de los apóstoles, tiene aquí su sede o silla para la enseñanza del pueblo cristiano, y también el altar donde preside la eucaristía. Efectivamente, el culto es la función primordial de la catedral, pero también tiene como finalidad principal la caridad y la promoción humana de los fieles, convirtiéndose en un lugar privilegiado de encuentro entre Dios y los hombres. Otra singularidad de la sede del obispo es su dimensión artística y monumental, pues se trata de un edificio muy notable, con un contexto geográfico fascinante”.

Todo ello anima a que, faltando todavía tres años para la conmemoración del octingentésimo aniversario de la dedicación del espléndido templo tudense, “ya se estén programando actividades litúrgicas y culturales para festejar la importante efeméride”.


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