Bautizados de adultos en la Vigilia Pascual: “Me sentía como un ángel”

Conocemos la historia de Elvira y Thomas, que acaban de recibir los tres sacramentos de la iniciación cristiana

Video thumbnail
00:00

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Una de las tradiciones más especiales de la Semana Santa es el Bautismo de los neófitos, los nuevos cristianos, generalmente adultos, que se incorporan definitivamente a la Iglesia, en el culmen de las celebraciones: la Vigilia Pascual del Sábado Santo. Este domingo, en el programa ‘Ecclesia’ de TRECE, hemos podido conocer el testimonio de dos de estos adultos, Elvira Medero y Thomas Bornic, que acaban de recibir los tres sacramentos de la iniciación cristiana.

Elvira es de origen cubano y llegó a España en 2019 desde la isla caribeña, en busca de la oportunidad de una vida mejor. En uno de los distintos trabajos por los que pasó, conoció a María Isabel, quien le acercó a la fe y le fue introduciendo en el Catecismo y los Evangelios. “En mi país no es muy característico esto (bautizarse), aquí está más normalizado. Las personas creen en Dios, pero no hay la cultura”, explica sobre las dificultades para practicar libremente el catolicismo en Cuba.

Finalmente, recibió el Bautismo de manos del cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, en la Vigilia Pascual de la catedral de la Almudena. “Fue lo más maravilloso. Pude traer a mi padre con mucho sacrificio para que participara de este momento”, explica Elvira, sobre un paso que para ella ha sido fundamental. “Me sentía como un ángel, como si me estuvieran dando el don de ‘todo’”.

El otro testimonio que hemos escuchado es el de Thomas que, por su parte, fue bautizado en la catedral de Getafe, también en la noche del Sábado Santo. Su historia es distinta a la de Elvira: él nació en Francia en una familia atea en la que Dios nunca fue tenido en cuenta. Tras contraer matrimonio con una mujer española católica, empezó a acercarse a Dios al acompañarla a misa, junto a sus tres hijos.

Yo no había pisado una Iglesia en toda mi vida”, explica tajante. “Poco a poco, domingo tras domingo, las homilías de mi párroco me hicieron sentir que algo me faltaba. ‘Todos éramos hermanos, hijos de Dios’. Pero yo, ¿qué?”. Y así decidió emprender un camino de catequesis de casi dos años, que ha culminado ahora en la Vigilia Pascual.

Un momento difícil en el que se acercó al Señor fue la enfermedad de su hijo mediano. “Tenía 6 meses, y se puso muy enfermo por Covid-19. Ahí empecé a rezar, a vivir la espiritualidad, y a estar con mi mujer en esos momentos. Mi mujer está ahora encantada porque podemos vivir la fe juntos”.

Ahora, ambos se plantean la vida de otra forma. Para Elvira, “desde ya, todos los domingos y cada vez que se pueda, a misa”. Thomas y su esposa participan en los apostolados de Emaús en su parroquia de Boadilla del Monte. “Ahora soy cómo los demás y formo parte de una familia grande y especial”.

Tracking