El arzobispo de Madrid en la misa de San Isidro desde la Pradera: "Ser buenos cristianos pasa por ser buenos vecinos"
La Pradera de San Isidro volvió a llenarse este jueves con miles de madrileños que, entre chulapos, claveles y rosquillas, se dieron cita para honrar a su patrón en una jornada que ha combinado fe y folclore

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La Pradera de San Isidro volvió a llenarse este jueves con miles de madrileños que, entre chulapos, claveles y rosquillas, se dieron cita para honrar a su patrón en una jornada que ha combinado fe, folclore y compromiso comunitario.
La tradicional misa, presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, ha reunido a fieles de todas las edades y culturas. La ceremonia ha comenzado con una emotiva procesión desde la Ermita del Santo, encabezada por decenas de sacerdotes, obispos auxiliares y autoridades eclesiásticas nacionales e internacionales, entre ellos el cardenal Baltazar Porras y el arzobispo Ulises Gutiérrez, ambos procedentes de Venezuela.
La liturgia, celebrada bajo un cielo que respetó la fiesta pese a las previsiones de lluvia, se ha convertido en una llamada a la unidad, a la esperanza y a vivir la fe de forma sencilla y cercana, como lo hizo san Isidro Labrador. El cardenal Cobo ha destacado en su homilía el legado del santo: “Un hombre de oración, trabajador del campo, esposo fiel y buen vecino, que supo encontrar a Dios en lo cotidiano”.
Aludiendo al mensaje del Evangelio del día, el arzobispo de Madrid ha subrayado que “no hay fruto si nos separamos de la vid, que es Cristo”, y ha animado a los asistentes a construir comunidades vivas y acogedoras, siguiendo el ejemplo de San Isidro. “La verdadera santidad no divide, sino que une”, afirmó, instando a los fieles a ser “sembradores de esperanza y unidad” en sus barrios, en el metro, y en cada rincón de la ciudad.
Las palabras del cardenal han resonado especialmente en este Año Santo Jubilar de la Esperanza, en el que Madrid se esfuerza por convertirse en una ciudad más humana y fraterna. Ha recordado también los desafíos actuales, como el acceso a la vivienda o la atención a las personas sin hogar, recordando que ser buen cristiano “pasa por ser un buen vecino, atento y hospitalario”.
La celebración no ha estado exenta de representación institucional. Entre los asistentes se encontraban el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, entre otras autoridades, que compartieron espacio con el pueblo llano que año tras año convierte esta cita en un símbolo de identidad y fe.
La jornada ha cerrado con un ambiente festivo en los alrededores, donde familias y visitantes disfrutaron de bailes populares, trajes típicos y puestos tradicionales. Un día que, más allá del color local, volvió a recordar que san Isidro no es solo historia, sino un modelo de vida para el presente.