Argüello denuncia el uso de la polarización como estrategia electoral frente al diálogo y donde "el fin justifica los medios"

En un diálogo con Salvador Illa en la Fundación Pablo VI, el presidente de la Conferencia Episcopal afirma que el caldo de cultivo que fomenta la polarización está en "demonizarnos unos a otros", y llama a los católicos a tender puentes

José Melero Campos

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El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha defendido el diálogo frente a la polarización, subrayando que el factor que más está dividiendo a la sociedad es “demonizar a aquel con quien quiero dialogar”. “Nos demonizamos unos a otros, porque se dice con estos no se puede hablar. Hace falta nombrar en qué estamos de acuerdo y atrevernos a nombrar en qué estamos en desacuerdo”, ha recalcado el también arzobispo de Valladolid en el diálogo que ha mantenido con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, en la Fundación Pablo VI en el marco del centenario del nacimiento de José María Martín Patino.   

En este sentido, Argüello también ha advertido que el diálogo en el mundo contemporáneo se ve contaminado “por la novedad de las redes sociales” y por el elogio “del individualismo autónomo”.

Para el presidente del episcopado español, la polarización en la sociedad de hoy no es casualidad, sino que considera es “una estrategia” de la que cada uno debe “mirar su responsabilidad”. Al hilo de esta idea, Argüello ha elogiado la hoy denostada “polaridad” que permite comprender el sujeto, y que ha dado lugar a que en las democracias occidentales se imponga el criterio del “fin justifica los medios, porque en la en la fundamentación de la ética domina la propuesta del consecuencialismo”, donde priman los intereses sobre lo moral.

“Por eso el bien común se transforma en bien general, los resultados electorales, el PIB, la cuenta de resultados, intereses de la banca... Cuestiono que se critique la polarización al tiempo que se le utiliza como una estrategia para obtener resultados electorales”, ha expresado.

 Argüello llama a los católicos a contagiar el deseo de diálogo: "vivirlo como una misión"

En este contexto de polarización, el arzobispo de Valladolid apela a la responsabilidad de la clase política y de los medios de comunicación, aunque ello no exime a la sociedad a “hacer ejercicios permanentes de deseo de diálogo y de establecer puentes”, lo que no implica “buscar el término medio o renunciar a la polaridad de las visiones diferentes”.

Para Luis Argüello, la Iglesia debe convertirse en una referencia y en un agente de contagio en favor de este diálogo, pese a las diferencias existentes entre los católicos: “En la Iglesia se dan contrastes porque somos ciudadanos, pero igual que experimentamos el contagio de la polarización, nosotros debemos hacer un esfuerzo, vivirlo como una misión el contagiar este espíritu de diálogo”, ha animado.

Es en este momento cuando el presidente de la Conferencia Episcopal recibió del público asistente en la Fundación Pablo VI, al aseverar que no sentía vergüenza por fotografiarse con Illa ni con el líder de Vox, Santiago Abascal, hace unos meses en un acto también organizado por la fundación católica: “No hay que tener miedo. Me hago una foto con Salvador Illa y hace meses con Santiago Abascal en este mismo lugar y no me avergüenza ninguna de las dos fotos, aunque algunos medios, a los estrategas les vale para salir diciendo vuelve a salir el rojo de los setenta o el facha del siglo XXI”, ha manifestado.

"Sería terrible que la polarización se solucionara por el tiranicidio o la vía de la guerra”  

El binomio a veces tan cuestionado como la Religión y la Política también ha tenido su espacio en este diálogo entre el dirigente socialista y el presidente del episcopado. En este sentido, Argüello argumenta que la democracia, al desarrollarse al mismo tiempo que el capitalismo y la “excitación de la demanda”, una de las aportaciones de la Iglesia es “la caridad política”, que defiende que “el Estado no es Dios, y esa lucha contra la idolatría del poder del Estado forma parte de la relación. Y desde ahí las grandes tradiciones religiosas creemos que son fuente para constituir la 'auctoritas' que la democracia no tiene capacidad de darse así misma”, ha opinado.

Argüello también ha alertado sobre el auge de determinados líderes políticos que han alcanzado el poder con el apoyo de las urnas, pero generan un gran rechazo entre los votantes que no le dieron su apoyo, lo que propicia la polarización. “Esto cómo se soluciona? Sería terrible que la polarización se solucionara por el tiranicidio o la vía de la guerra”.

De ahí que el presidente del episcopado llame a una profunda reflexión, al comprobar con preocupación las dudas que entre los jóvenes suscita la democracia representativa preocupada “en cálculos electorales cuando los desafíos que tenemos son a cincuenta años”.

“Qué decir de las repúblicas islámicas como teocracias, cuya publicidad llevan equipos de fútbol con los cuales se puede hacer negocio sin ningún problema. Son asuntos gordos que requieren reflexión de qué significa la democracia en tiempos de Inteligencia Artificial y de mundo global”, ha planteado.