Alejandro Díaz, misionero en India: “La principal misión es anunciar a Jesucristo con las obras”

Alejandro Díaz acompaña a las Misioneras de la Caridad de Calcuta desde el año 2017. Este sacerdote diocesano de Segorbe-Castellón ha pasado por el programa TRECE MEDIODÍA para contar cómo es la ayuda que presta en Bangladesh, donde se encuentra, y cuál es la situación que vive actualmente.

Díaz ha indicado que “el papel de misionero puede ser muchas cosas, desde distintos ámbitos, para ayudar en las cosas de formación como educación, etc. Al final somos sacerdotes y la principal misión es anunciar a Jesucristo, no tanto con las palabras, sino con las obras”.

“Uno al final aprende más que enseña en este tipo de experiencias”

Respecto a las posibles problemáticas que puede encontrarse como las necesidades del país o la barrera idiomática explica que “al final es una mezcla de culturas. Por un lado tenemos los orígenes de dentro de la India y también las diferentes religiones. Conviven el hinduismo, el islam y también la minoría cristiana o la budista. Con lo cual el uno tiene que abrirse mucho al otro, a las realidades y las formas de hacer, que todas tienen aspectos muy positivos y otras que se deben purificar. Uno al final aprende más que enseña en este tipo de experiencias”.

En referencia a cuando decidió dedicarse a ser misionero, expone que “yo estaba en un pueblo de Castellón y la verdad es que fui muy feliz ahí, pero desde joven siempre tuve la inquietud de la misión y empecé mi camino sacerdotal. Poco a poco fue surgiendo la posibilidad y al final se concretó en 2017 y hace cinco años que llegue a Calcuta y estoy muy feliz.

Actualmente hay más de 10.000 misioneros españoles repartidos por todo el mundo, algo que deja ver la importancia de esta figura en la sociedad. Sobre lo que ha podido cambiar en estos cinco años afirma que “hay una parte de servicio a los demás donde uno puede aportar pero el principal aporte es el cambio del corazón. Cuando estábamos en la pandemia lo que veía era que la gente agradecía ser distintos. El hecho de estar con ellos. No tanto el hecho de solucionar cosas, sino de acompañar y compartir”.

Jóvenes de España en Bangladesh

“Este verano con la normalización de la vida tras la pandemia en nuestro trabajo en las casas de Calcuta las hermanas quedaron muy sobrecogidas porque llegaron muchos grupos de jóvenes de España. Las hermanas se quedaron impresionadas de ver cómo en España había tantas ganas de compartir y ayudar. Esa generosidad es la que encuentras aquí en la que encuentras allí. Es una cosa muy enriquecedora y no solo nos damos, sino también recibimos. Es un movimiento circular y va para un lado y para otro”.