Por segunda vez consecutiva se suspenden las Javieradas por la pandemia de la covid-19

Se mantienen las celebraciones propias de la Novena de la Gracia del 4 al 12 de marzo con aforo limitado

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La Iglesia navarra ha decidido que no se convocarán las Javieradas de 2021 durante el mes de marzo debido a la pandemia de Covid-19 y tampoco se celebrarán las misas correspondientes a la primera y a la segunda Javierada. Cabe recordar que el año pasado ya fue suspendida la peregrinación al castillo de Javier por el mismo motivo.

En un comunicado, Óscar Azcona, director de las Javieradas, en nombre del arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, ha informado de "con motivo de la pandemia que estamos viviendo y dadas las circunstancias no se convocarán las Javieradas durante el mes de marzo de 2021". "Por ello, tampoco se celebrarán las misas correspondientes a la primera y a la segunda Javierada", añade.

No obstante se mantienen en Javier las celebraciones propias de la Novena de la Gracia del 4 al 12 de marzo, con aforo limitado en cumplimiento de la normativa vigente en el momento. También, en lo referente a la Javierda Escolar, se mantiene el concurso de dibujo, y por tanto, la clasificación y entrega de premios. Se pueden enviar a delegacion@omp-pamplona.org



¿Qué son las Javieradas?

La Javieradas o Marchas a Javier son una peregrinación del Pueblo Dios convocada por el Arzobispo de Pamplona-Tudela al Castillo de San Francisco Javier, Patrono de las Misiones y de Navarra.Tiene un carácter popular, festivo, penitencial y misionero.

Miles de jóvenes y personas de todas las edades, lo dejan todo para peregrinar al castillo de Javier en Navarra. Cada año desde 1940, caminan hasta el castillo de Javier -el lugar de nacimiento del misionero jesuita San Francisco Javier- durante dos fines de semana de marzo. Las famosas 'javieradas' coinciden con los viernes y sábados de la novena de la gracia y peregrinos de toda España se dan cita en Navarra para terminar con una misa en la explanada frente al castillo.

Uno de los pilares fundamentales de esta peregrinación son los voluntarios, es decir, la entrega, la ilusión y las ganas de vivir una experiencia de servicio. Durante los meses previos se organiza todo desde el Arzobispado de Pamplona y Tudela, a través de la Delegación de Misiones, y mediante las comisiones formadas por voluntarios y profesionales de seguridad, sanidad y servicios de Navarra.

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