Así es Sor Daniuska la médica cubana que trata a enfermos sin recursos: "Hay que seguir ayudando"

La responsable de la Pastoral de Salud era una joven que estaba cumpliendo su sueño de ser cirujana hasta que todo cambió cuando descubrió su verdadera vocación

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Sor Daniuska Rodríguez acaba de cumplir 31 años y es, desde principios de octubre, la nueva responsable de la Pastoral de Salud de la diócesis de Vitoria. Responsable de diseñar y organizar el calendario, las actividades y al grupo de coordinadores territoriales y de voluntarios repartidos por Vitoria y Álava para acompañar y asistir espiritualmente durante la enfermedad a las personas que lo demanden en casa, en el hospital o en una residencia.

La Hermana Daniuska ha querido explicar a Aleluya el significado de ser una “buena samaritana” en su día a día y también ha querido contar su historia. Sor Daniuska viene de lejos, de Cuba y ha llegado a Vitoria gracias a Mons. Elizalde que pidió el servicio de la Congregación de las Hijas de la Caridad del Cardenal Sancha.

La historia de la joven religiosa

“Vengo de Santiago de Cuba y en realidad yo era una joven atea. Al mismo tiempo sentía un cierto respeto por el trabajo social de la Iglesia. Estudié medicina en Cuba y durante el quinto año conocí las Hijas de la Caridad. Llevaba un año en una especie de búsqueda personal hacia algo que todavía no sabía muy bien que era” nos cuenta Daniuska.

La responsable de la Pastoral de Salud en Vitoria confiesa que su sueño era ser cirujana, “pero, aun así, buscaba algo más que me pudiera complementar, me gustaba el tema del servicio, ayudar a las personas”. En 2010 conoce a la que ahora es su Congregación y asegura que le cambió la vida, "casi sin darme cuenta comencé a ayudarles y conocí a lugares que no había visto nunca, personas muy necesitadas que me hicieron cuestionar mi vocación religiosa”.

“Terminé mi carrera, me fui a la Habana a trabajar en urgencias y ya luego entré en la Congregación. Estuve también un tiempo en Republica Dominicana con mi Congregación” nos dice Sor Daniuska. Mons. Elizalde, obispo de Vitoria, llegó a Republica Dominicana y solicitó el servicio de la Congregación en la ciudad y en octubre de 2019 llegó a Vitoria.

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El trabajo de la Pastoral de la Salud en plena pandemia

Sobre el trabajo en la Pastoral nos cuenta que “no es simple asistencialismo, sino una verdadera pastoral, guiar al otro desde la salud hacia Dios”. La Pastoral de la Salud tiene tres objetivos muy claros: ayudar a vivir sanamente tanto en la salud como en la enfermedad, acoger al enfermo como sujeto activo y promover la salud y el Bien. Ofrecen acompañamiento humano, emocional y espiritual. Y, sobre todo, nos dice Sor Daniuska, “acercamos los Sacramentos de la Reconciliación, Eucaristía y Unción de enfermos”.

Sor Daniuska llegó a Vitoria y enseguida tuvo que lidiar con la pandemia de la covid-19. La responsable de la Pastoral de la Salud nos cuenta que ha visto “mucho miedo en la sociedad, como es normal, pero también he podido ver cómo han surgido nuevas personas que no pertenecían a la Pastoral y han querido colaborar”. Por eso han empezar un proyecto con el objetivo de formar a las personas que ya estaban antes y de informar a nuevas personas que querían ayudar. “La pandemia, en todo su dolor, también nos ha permitido experimentar nuevas formas de solidaridad”.

Ahora, en plena segunda ola de coronavirus, “tenemos que vivir día a día, continuamos con la formación con más medidas y precaución, pero hay que seguir adelante para llegar a las personas que solicitan nuestra ayuda en casas y en los hospitales”.

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"Ser una buena samaritana" para Sor Daniuska

El tema de esta semana en la campaña de la CEE y los medios de la Iglesia, es “ser el buen samaritano” y Sor Daniuska confiesa a Aleluya que “intento ser una buena samaritana cada día. Para mi ser una buena samaritana significa compadecer el dolor ajeno, soltarse a si mismo, parar tu rumbo e ir hacia otra persona que está sufriendo”. La Hermana nos dice también que puede ser normal “que te entren miedos por qué ser samaritano acarrea una gran cantidad de solidaridad, de entrega personal. Siempre hay miedo de dar demasiado”. Sor Daniuska tiene claro que “el samaritano tiene que negarse a si mismo para poder acompañar al otro”.

Sobre la encíclica del Papa Francisco, Sor Daniuska confiesa que “la palabra hermandad siempre me ha marcado mucho en mi vida y este escrito del Papa remarca la importancia de ser todos hermanos. Creo que el Papa Francisco tiene muy claro el momento que estamos viviendo”.

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