San Pablo VI: el Papa viajero que presidió el Concilio Vaticano II

Se celebra por primera vez la festividad de San Pablo VI quien impulsó el Vaticano II promoviendo la paz entre los seres humanos defendiendo la vida

Víctor C. Bustillo

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El 29 de mayo de 2019 celebramos por primera vez la festividad de San Pablo VI. Giovannni Battista Enrico Antonio María Montini, como se llamó secularmente, nació el 26 de septiembre de 1897, en Consecio (Lombardía).

Pablo VI falleció en Castel Gandolfo el 6 de agosto, día de la Transfiguración de Jesús. El Papa Francisco eligió que su festividad se celebre concidiendo con el día que Montini fue ordenado sacerdote (29-05-1920).

En 1993 comenzó su proceso de beatificación, que finalizó el 19 de octubre de 2014. Fue beatificado por Benedicto XVI, durante la misa de clausura del Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia.

El Papa Francisco le canonizó el 14 de octubre de 2018 y el 25 de enero de 2019 anunció la festividad de Pablo VI, firmando el Decreto publicado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El Santo Padre comienza dicho decreto diciendo que Montini, durante su vida, difundió el Evangelio siguiendo "camino, verdad y vida", recorriendo la vida como todos los santos.

El Papa que impulsó el Concilio Vaticano II

Pablo VI fue elegido Papa 1963, encargándose del Concilio Vaticano II (1962-1965), iniciado por su intercesor, San Juan XXIII. Montini supo “Conducir a la Iglesia conforme a lo que se decía en el Concilio, en un momento de grandes mareas ideológicas”, como explicó José Luis Restán el pasado mes de octubre.

Durante su vida trató de fomentar el diálogo y la reconciliación entre las diversas iglesias y todos los países, mostrando su preocupación sobre el ser humano. José Luis Restán destacó sobre Montini: “Su extrema sensibilidad, capacidad intelectual enorme y conciencia del momento histórico" que le tocó vivir, "con profundo dolor pero con amor apasionado a la Iglesia.

El Papa Francisco dijo que Pablo VI siguió el ejemplo del apóstol San Pablo, de quien tomó su nombre: “Al igual que él, gastó su vida por el Evangelio de Cristo, atravesando nuevas fronteras y convirtiéndose en su testigo con el anuncio y el diálogo, profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres. Pablo VI, aun en medio de dificultades e incomprensiones, testimonió de una manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús. También hoy nos exhorta, junto con el Concilio del que fue sabio timonel, a vivir nuestra vocación común: la vocación universal a la santidad. No a medias, sino a la santidad”

Considerado como el primer Papa viajero, visitó Tierra Santa y recorrió países de 5 continentes, entre ellos Fátima, en 1967, cincuenta años después de la primera aparición. En Manila, el 27 de noviembre de 1970, fue atacado por un pintor con problemas mentales que lo acuchilló dos veces en el pecho. Los médicos le salvaron la vida y Montini declaró que perdonaba a su agresor.

La historia del primer Papa Viajero

Entre 1922 y 1954 Montini trabajó en la secretaría de Estado de la Santa Sede, siendo uno de los colaboradores más cercanos del Papa Pío XIII. Durante la II Guerra Mundial, fue duramente atacado por Benito Mussolini. Colaboró junto a Pío XII en la protección de miles de personas que escapaban del Holocausto.

En 1954 fue ordenado arzobispo de Milán, donde trabajó sin descanso, ayudando especialmente a los pobres y los trabajadores. Cuatro años después fue nombrado cardenal por Juan XXIII. En 1963, durante la primera de las etapas conciliares, fue elegido Papa por los cardenales. Aún no se había promulgado ningún documento del Concilio Vaticano II.

Como Papa decidió tomar el nombre de Pablo, pues quería difundir el mensaje de Cristo a todo el mundo. Durante el Concilio Vaticano II, Montini señaló cuatro prioridades "Una mejor comprensión de la Iglesia católica, renovación de la Iglesia, restauración de la unidad de los cristianos, diálogo con el mundo contemporáneo, buscando la paz social y la justicia en el mundo.

Pablo VI trató de renovar y modernizar la Iglesia y sus enseñanzas, pero siendo fiel al Magisterio y la Doctrina eclesiales. También renovó la vida de diversas Órdenes y congregaciones cristianas, por ejemplo la Orden Franciscana Seglar, donde impulsó la renovación de la OFS , aprobada en 1978.

Montini promovió el diálogo de todas las naciones, estableciendo relaciones diplomáticas, creciendo las embajadas acreditadas ante la Santa Sede. Durante su papado nombró cardenales a quienes se convertirían en los siguientes Papas: Albino Luciani (Juan Pablo I), Karol Wojtyla (Juan Pablo II) y Joseph Ratzinger (Benedicto XVI).

Escribió 7 enclícicas: Ecclesiam Suam (mandato de la Iglesia en el mundo contemporáneo), Mense Maio (rezar a la Virgen María durante el mes de mayo), Myserium Fidei (doctrina y culto de la Sagrada Eucaristía), Christi Matri (suplicas a la Virgen María durante el mes de octubre), Populorum Progressio (promover el desarrollo de los pueblos), Sacerdotalis Caelibatus (sobre el celibato sacerdotal), Humanae Vitae (sobre el control de la natalidad

El Papa Francisco explicó durante su canonización: “Hace 40 años, el beato Papa Pablo VI estaba viviendo sus últimas horas en esta tierra. Murió, de hecho, en la tarde del 6 de agosto de 1978. Le recordamos con mucha veneración y gratitud, a la espera de su canonización, el próximo 14 de octubre.

Se atribuyen varios milagros a Pablo VI. Uno de ellos aconteció en la década de los 90, la curación de un feto que fue diagnosticado con graves problemas cerebrales. La madre se negó a abortar y rezó al Santo Padre que hoy conmemoramos. El niño nació sin problemas.

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