Nuevos beatos en nuestra Dióscesis

Nuevos beatos en nuestra Dióscesis
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Mons. Eusebio Hernández Queridos hermanos y amigos:
Como informaba nuestro semanario Iglesia en Tarazona en sus páginas centrales del pasado 20 de enero, el Santo Padre reconocía el 20 de diciembre el martirio de 34 religiosos españoles que, Dios mediante, el próximo 27 de octubre serán beatificados en Tarragona
Entre ellos se encuentran tres miembros de nuestra diócesis de Tarazona; dos de Aniñón, madre María Montserrat (en el siglo Josefa Pilar García Solanas) y su hermana Lucrecia y de Calatayud el postulante de los Padres Orionistas, Antonio Arrué Peiró.
Nos debemos alegrar por el honor y ejemplo de santidad que supone para nuestra Diócesis contar con tres nuevos beatos, son un testimonio admirable de entrega a Jesucristo y su Iglesia, un ejemplo de perdón y caridad vivida hasta sus últimas consecuencias. En esta Año de la Fe tenemos la suerte de contar con un testimonio cercano de quienes habiendo vivido en nuestra diócesis supieron expresar su fe con todas sus consecuencias. Conviene que conozcamos sus testimonios de vida y que a ellos encomendemos los frutos de este Año de la Fe.
Las hermanas Josefa Pilar y Lucrecia García Solanas.
Madre María de Montserrat (Josefa Pilar) nació en Aniñón , pueblo de la comarca de Calatayud, el 8 de marzo de 1872. A la edad de 27 años ingresa en al convento de Monjas Mínimas de Barcelona y profesa sus votos solemnes en noviembre de 1899. Fue martirizada a los 64 años de edad y 37 de vida religiosa.
Según el testimonio que de ella se da en su proceso de beatificación: Era una monja muy edificante que sobresalía en la humildad, muy puntual a todos los actos de la comunidad, caritativa con todos, y muy amante de la Virgen. Había sido superiora de la comunidad anteriormente y se adelantó deseando vivamente poner a salvo a sus hermanas, sin importarle para ello perder su vida. Junto a ella otras 8 compañeras pertenecientes a la monjas Mínimas del convento de Barcelona fueron martirizadas.
Las monjas Mínimas fueron fundadas por San Francisco de Paula que en 1435 inició la Orden de los Ermitaños de San Francisco de Asís o Frailes Mínimos. Este nombre de "mínimos" indica la vocación de humildad, teniéndose estos frailes como los más pequeños de todos los religiosos. Destaca el cuarto voto de vita cuadragesimalis: la Santa Regla impone abstinencia total y perpetua de carne y un modo de vida cuaresmal. Más tarde se unirá a este espíritu la rama femenina conocida también como Mínimas. La vida de las Monjas Mínimas es una vida sencilla, de trabajo, silencio y oración. Su espiritualidad de caridad, humildad y penitencia forja en ellas ese talante de sencillez y alegría que las caracteriza.
Junto a las hermanas Mínimas ofrecía también su vida Lucrecia ( Aniñón1866), hermana de Montserrat que había decido vivir en el convento de su hermana haciendo los servicios externos. Fueron martirizadas el 23 de julio de 1936.
Antonio Arrué Peiró
Nació el 4 de abril de 1908 en Calatayud , con su padre compartió el trabajo de carpintero. En poco tiempo pierde a sus padres y su única hermana. A los 23 años en 1931 conoce al sacerdote Orionista Ricardo Gil Barcelón que lo acoge en su casa de Valencia y con el que colabora en la atención a los más necesitados. Era un joven piadoso, serio, trabajador y de pocas palabras que tras sus experiencia con el P. Ricardo entra como postulante en la Pequeña Obra de la Divina Providencia nombre oficial de los Orionistas.
La familia orionista fue fundada por S. Luis Orione, sacerdote italiano muerto en el año 1940. Fue un gran impulsor de la vida religiosa enfocada fundamentalmente a la caridad y a la contemplación.
El 3 de agosto Antonio y su formador P. Ricardo fueron martirizados en Valencia.
Nos alegramos de este acontecimiento importante para nuestra Diócesis y pedimos que los venerables María Montserrat, Lucrecia y Antonio nos alienten y acompañen con su intercesión.
Con todo afecto, os bendigo.
+ Eusebio Hernández Sola, OAR
Obispo de Tarazona