La llegada de Almada mete en un dilema a Simeone: Gallagher, Lino o Nahuel Molina, uno debe marcharse

El Atlético de Madrid anunciaba este martes el fichaje del centrocampista argentino Thiago Almada procedente del Botafogo brasileño. Una incorporación que dotaba al equipo de talento en la mediapunta después de la salida de Ángel Correa, pero que metía en un pequeño lío a la dirección deportiva rojiblanca.

Y es que Almada ocupa plaza de extracomunitario y con su llegada el Atlético cuenta con cuatro futbolistas de esta condición cuando solo puede inscribir a tres. Por tanto, Samuel Lino, Connor Gallagher o Nahuel Molina deben salir antes del final del mercado o se quedarán sin jugar. En un primer momento, parecía que el primero era el elegido por su buen cartel y la llegada de Baena, que juega en el costado izquierdo, pero, por ahora, no hay ningún movimiento serio por el brasileño.

Gallagher cuenta con una gran imagen en Inglaterra, pero el club querría recuperar gran parte de los 40 millones de euros que invirtió en él hace apenas una temporada. Nahuel Molina, por su parte, es de los tres en el que más ha confiado Simeone, aunque en los últimos tiempos ha perdido la titularidad en detrimento de Marcos Llorente en el lateral derecho. Además, es el que más cerca tiene la opción de conseguir la nacionalidad, algo que podría hacer este invierno.