Íñigo Pérez se marcha sin dar la rueda de prensa tras su enfrentamiento con Balliu

La situación en el Rayo Vallecano es de máxima tensión pese a la épica victoria ante el Olympique de Lyon gracias a un gol de Álvaro García en el minuto 94, que culminaba la remontada (3-2). El entrenador, Íñigo Pérez, abandonó las instalaciones del estadio visiblemente enfadado, con una “cara de cabreo monumental”, según ha informado Carlos Ganga en El Partidazo de COPE. El técnico se ha marchado sin ofrecer la rueda de prensa posterior al partido, un gesto nada habitual que evidencia un profundo malestar en el vestuario.

El presidente del equipo, Raúl Martín Presa, le dijo a Juanma Castaño que Íñigo Pérez "se marchó del estadio porque se sentía indispuesto". Jorge de Frutos reconoció en su entrevista en El Partidazo de COPE que "habrá que hablar todos juntos; se habrá ido enfadado por el cambio. No me he enterado de nada"

Guerra abierta en el banquillo

El origen del enfado ha sido un enfrentamiento directo que ha tenido lugar al inicio del segundo tiempo. Alrededor del minuto 54, Íñigo Pérez ha realizado una primera tanda de cuatro cambios y uno de los sustituidos ha sido el defensa Balliu. La sustitución ha desencadenado una fuerte discusión entre ambos, con el entrenador girado hacia el banquillo, dándole la espalda al partido, y señalando insistentemente al jugador, llegando a ponerle el dedo índice cerca de la cara en varias ocasiones.

El jugador del Rayo, Pedro Díaz, ha sido preguntado por el incidente a su paso por la zona mixta y ha intentado restarle importancia, afirmando que “son cosas que pasan en el fútbol”. Sin embargo, la tensión era palpable en el ambiente y en el rostro de los protagonistas.

El origen: un aviso en rueda de prensa

Este choque se produce apenas un día después de que Balliu lanzara un claro mensaje a su entrenador en rueda de prensa. El jugador, que solo está teniendo minutos en Copa del Rey y Conference League, miró a Íñigo Pérez y declaró públicamente su deseo de jugar más: “Ahora que tengo aquí al míster al lado le quiero decir que yo estoy disponible para jugar todos los jueves y todos los domingos”.

La respuesta del técnico en el campo ha sido contundente. La decisión de sustituirle en la primera ventana de cambios tras sus declaraciones ha sido interpretada como el detonante del “mosqueo terrible” del jugador. Este cruce de acusaciones ha provocado, en palabras del periodista, que se haya “armado una buena” en el vestuario del equipo vallecano.