recibió pitos e insultos

El difícil regreso de Carrión al Tartiere para entrenar al Oviedo: "Hay que más respeto y empatía porque seguro que muchos han cambiado de trabajo..."

Luis Carrión volvía a sentarse en el banquillo del Oviedo y la afición le recordó que no era de su agrado la decisión de contratarle. Recibió numerosos pitos y más de un insulto.

EFE

Luis Carrión entrega el balón a un Nacho Vidal que luego le defendió en zona mixta.

Alex Salguero

Publicado el

3 min lectura

El Espanyol derrotó este viernes por 0-2 al Real Oviedo en el primer encuentro de la jornada 9 en LaLiga EA Sports, gracias a un tanto de Kike García con carambola tras un barullo en el área y otro gol de Pere Milla en los minutos finales, recompensando así la buena imagen de los periquitos en el Estadio Carlos Tartiere.

La segunda etapa de Luis Carrión como entrenador del Oviedo empezó con esta derrota y con polémica. Como se preveía el técnico no fue bien recibido por la afición y tuvo que escuchar una retahíla de pitos y cánticos en su contra. No le perdonan las formas en las que se fue a Las Palmas con el equipo peleando por subir a Primera.

Desde que se supo que era el elegido para sustituir a Paunovic la afición dejó claro que no era su opción favorita y las críticas se han hecho una constante. Le pitaron en un acto del club y volvieron a hacerlo en el Tartiere cuando su nombre salió en los marcadores. Tampoco se libró de los silbidos el presidente del Grupo Pachuca.

Preguntado tras el partido por lo ocurrido, el técnico quiso restar importancia a lo sucedido: "No quiero hablar mucho de esto porque yo no soy lo importante aquí. Lo importante es el equipo y la gente apoyó al equipo. Lo importante no es si a mí me pitan, no, lo importante es que el equipo gane partidos y a eso he venido. Lo importante son los jugadores y la energía que se les transmita, no quiere individualizar en mí. Sufro por ver al equipo mal, no por mí”.

Luego Nacho Vidal, uno de los capitanes le echó una mano en zona mixta: "Puedo entender que dentro de los 25.000 que había hoy y de los miles que hay detrás de las pantallas viviendo los partidos, que cada uno tenga su opinión con respecto a uno y a otro. Con respecto a mi como jugador, a Luis como entrenador o a quien sea. Hay opiniones muy diferentes y muy dispares, pero creo que hay que ser un poco empático con todo el mundo".  

"Todo el mundo tiene sus ambiciones, objetivos y motivos para tomar una decisión o otra y hay que tener un poco más de respeto y empatía porque seguro que muchos han cambiado de trabajo y no se nos tiene que ir de las manos esto. Luis está aquí con muchas ganas de hacer su trabajo y hay gente a la que le gustará más o menos, pero es el entrenador y hay que apoyarse entre todos para que este club se mantenga en Primera. No vale de nada ponerse en contra de alguien porque resta más que suma", finalizó el alicantino.