TENIS
Carlos Alcaraz, eliminado en la primera ronda del Masters 1000 de París
Alcaraz perdió en tres sets contra el número 31 del mundo, el británico Cameron Norrie

Carlos Alcaraz, durante el partido de primera ronda del Masters 1000 de París
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El español Carlos Alcaraz cayó derrotado en su debut en el Masters 1.000 de París por el británico Cameron Norrie, 31 del mundo, y encajó su primer revés en un torneo de esta categoría desde el que sufrió en Miami en marzo.
Como entonces ante el belga David Goffin, Alcaraz, numero 1 del mundo, sucumbió ante un tenista veterano y astuto que, igual que el belga, había sido top-10 y que acabó remontando para imponerse por 4-6, 6-3 y 6-4 en dos horas y 25 minutos.
Si entonces la derrota fue inesperada, la sufrida en París no lo fue menos, por la implicación que el murciano había puesto en este torneo disputado bajo techo, las condiciones que menos le gustan.
El número 1 del mundo, que había renunciado a Shanghai tras ganar Tokio para preparar mejor el final de año, llevaba entrenando desde el viernes, convencido de poder desplegar un mayor nivel que en el pasado y de poder firmar una mejoría.
Pero el revés fue supino, puso fin a una serie de 17 triunfos consecutivos en Masters 1.000 y a una serie que le colocaba al borde de ser la octava mejor de todos los tiempos.
No pudo ser. Alcaraz pagó sus errores, 54 en el partido en el que no se sintió cómodo ni cuando iba ganando y sufrió su primera derrota desde la final de Wimbledon contra el italiano Jannik Sinner.
Ahora la puerta de arrebatarle la cima del tenis aparece abierta para el transalpino, pese a que él mismo se encargó de asegurar que era un imposible. La debacle de Alcaraz lo deja más sencillo.
La Torre Eiffel asomaba por debajo del calcetín del español, recuerdo de las glorias logradas en la capital francesa. Pero el techo del Masters 1.000 impide ver el monumento que sí se aprecia desde Roland Garros, un símbolo del diferente resultado que tiene Alcaraz en ambos torneos.
Alcaraz se chocó contra el aguerrido británico, un correoso tenista de 30 años que actualmente está en el puesto 31 del ránking tras haber sido top-10 en 2022, que saltó a la pista de La Defense decidido a vender cara su piel.
Rápido y acertado en los primeros compases del partido, Norrie obligó a Alcaraz a emplearse a fondo para sacar adelante el set. Llega a todas el británico y eso que por momentos el español ponía el listón muy alto.
El partido pintaba más de aplicación que de espectáculo y las abarrotadas gradas del estadio, más de 17.000 almas en el que presume ser la pista cubierta más grande del tenis, tardaban en entrar en calor en un cara a cara bien igualado.
Solo flaqueó en el quinto juego, cuando cedió su servicio, y aunque dispuso de una oportunidad de recuperarlo en el siguiente, la única de todo el set, Alcaraz ya no soltó el parcial.
El mazazo no amedrantó a su oponente, que desde los primeros compases del segundo set demostró sus ganas de competir. 4-1 arriba, el británico se sentía cómodo y aunque Alcaraz tuvo dos ocasiones de recuperar la desventaja, Norrie aguantó bien la presión para empatar a un set.
El descontento del español iba creciendo. Incómodo en la pista, lo expresó de forma clara en la silla, donde se revolvía contra su mal juego en un torneo del que no guarda recuerdos felices.
"Lo único que me salva es el saque. Lo estoy haciendo todo mal", se gritaba el español.
Desconexión total que le obligaba a remangarse de nuevo para doblegar a un rival que, sin embargo, iba encontrándose cada vez más en su salsa.
A duras penas aguantó Alcaraz en los primeros compases del primer set los envites de Cameron, que tuvo hasta cuatro bolas de rotura hasta conseguir doblegar al español.
Cada punto era un suplicio, cada intercambio un calvario en el que el británico parecía cómodo y sereno, todo lo contrario que un alterado Alcaraz.
Aunque dispuso de dos bolas para recuperar la desventaja, el camino hacia el precipicio parecía ya marcado. Norrie mantuvo la compostura, no bajó el nivel y acabó por apuntarse la victoria más relumbrante de su carrera, para desafiar ahora al vencedor del duelo que repetirá este miércoles la final de Shanghai entre el monegasco Valentin Vacherot y el francés Arthur Rinderknech, ambos primos y ambos invitados por los organizadores.