Seguimos ahondando en la nueva encíclica del Papa Francisco, "Fratelli Tutti". En este 'Siempre Aprendiendo' del periodista y sacerdote Josetxo Vera, está dedicado a la política. El Pontífice nos habla de cómo hacer una política mejor y un cuidado mejor de lo público.

Llevamos un tiempo de mucha política por todas partes. Es lo que marca el terreno. Ahora cuando miramos la política que se hace nos damos cuenta que es de bajo nivel. Todo lo que hace el otro está mal y todo lo que hace uno mismo está bien. Esto estadísticamente es imposible, no hay posibilidad de hacerlo todo bien y el otro todo mal.

El Papa dice que es necesario una mejor política para hacer posible una familia de naciones construyendo una comunidad mundial y abierta a los demás que busque hacer visible una fraternidad entre todos los pueblos y naciones.

El Santo Padre resume en cinco puntos en qué consiste la política mejor. Por eso, vale la pena que este mensaje lo apliquemos a los políticos y también a los votantes. Por ejemplo, cuando elijamos a los políticos tenemos que pensar cómo podemos elegir a los mejores para que hagan lo mejor.

En primer lugar, tenemos que buscar personas que trabajen por grandes principios y que apuesten por un servicio al bien común a largo plazo. Aquellos a los que no se pueden renunciar: la dignidad de la persona, el servicio a todos y el bien común. Es muy frecuente encontrarse con políticos que trabajan para cuatro años. Su horizonte es acabar bien la temporada, como los actores de una mala serie. Por lo que, no piensan en cómo puede ser España dentro de 20 años.

El segundo punto del Papa es que no busque únicamente garantizarse los votos. Se gobierna para los que te han votado y los que no, pero muchas veces las decisiones que toman es un mero cálculo electoral.

En tercer lugar, fomentar cauces de encuentro: escuchar el punto de vista que tiene el otro y facilitar que todos tengan un espacio.

El cuarto punto se dirige a promover una economía que esté integrada en un proyecto social y cultural, es decir, una economía no orientada al beneficio, sino al servicio.

En último lugar, que tenga una visión amplia para llevar adelante un cambio integral, es decir, una mirada profunda y amplia. uqe un político que sirve a una sociedad concreta que pueda definir cual es el proyecto que quiere para ese país a largo plazo.

Hoy para muchos la política ha pasado a ser una mala palabra. Por ejemplo, por la ineficacia, por la corrupción y por sembrar el odio y el miedo hacia las diferentes naciones. La buena política se hace visible cuando vienen las dificultades, y la mala cuando desaparece de la imagen y se retira.

En esta encíclica el Papa pone, una vez más, encima de la mesa un concepto muy importante: la caridad política. Se plasma en algún punto que vale la pena recordar como reconocer en cada ser humano a un hermano o hermana, buscar una amistad social entre todas las personas que forman la sociedad y sentir la conciencia de servicio y de fraternidad.

El Papa Francisco dice que "se trata de avanzar hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad social". También, conlleva a abrirse a todos, favorecer al encuentro y facilitando que todos tengan un espacio, aunque a veces supone renuncias, paciencia o reconocimiento. El buen político tiene que ayudar en esta relación.

En el número 194 de la "Fratelli Tutti", el Papa propone la política como un lugar para amar con ternura. Pero, cuando se enfrentan en el Parlamento, ¿son capaces de amar a lo cercano o a lo concreto? Por eso, invita a un amor cercano que tenga en cuenta a los más débiles y cercanos que tienen derecho a llenarnos el alma y el corazón.