Las expectativas de las personas que con discapacidad, especialmente para las personas con algún tipo de limitación intelectual, han cambiado en los últimos años. También la manera en el que la sociedad mira a estas personas. Ahora que tanto se habla de inclusión y de responsabilidad social en las empresas, hemos abordado en IMPARABLES esta cuestión.

Y para eso nos hemos desplazado a la Asociación de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual, APANAS. Nació en Toledo en el año 1965. Su papel a lo largo del tiempo se ha ido modulando, aunque la idea original se mantiene, que es apoyar y dar oportunidades a estas personas con discapacidad intelectual. En definitiva, que sean ciudadanos de pleno derecho.

Para ello, es esencial el servicio de capacitación con el que cuenta APANAS, donde les asesoran para facilitarles su acceso al mercado laboral, contactar con las empresas... una tarea muy importante para que estos chicos, que suelen rondar entre los 20 y los 40 años, vean cumplidas las metas que se han propuesto.

IMPARABLES ha visitado este centro de capacitación, donde nos reciben en una mesa rectangular sentados Vanesa, Javier y Dulcinea junto a Mari Carmen, la orientadora. Cuando llegamos, estaban repasando lo que nos tenía que contar en la entrevista. Merece la pena escuchar sus testimonios para recibir una verdadera lección de vida.

Centro de día

APANAS no solo dispone de este servicio de capacitación. También tiene un centro, ubicado en la calle Oslo de Toledo, que dan apoyo a personas de edad más avanzada con discapacidad intelectual, que requieren de cuidados especiales pero que también ven como su calidad de vida va mejorando con los años.

También estuvimos un ratito con ellos, guiados por Ana Caridad, que es terapeuta ocupacional en el centro de día de APANAS. Suelen ser personas mayores de 45 años, pero que pese a sus necesidades, tienen muchas ganas de vivir y están muy motivados.

Una de las usuarias del servicio es Charo, que estos días se dedica a escribir cartas a la familia para felicitar la Navidad. Alfonso en cambio es más de pintar figuras y realizar trabajos manuales. Pero también realizan muchas actividades de ocio y deportivas, como nadar, tomar café e incluso escalar.

La terapeuta nos ha contado que el mayor síntoma de su bienestar es que cada vez tienen más iniciativa. Notan que se les tiene más en cuenta. Y se lo pasan bien.

Es importante también las orientaciones que dan los cuidadores y terapeutas a los familiares de estas personas, para que de esta manera vean satisfechas sus metas y voluntades.

Gente formidable que ojalá sigan progresando con los años.